Salud

Una terapia con virus de los catarros infantiles muestra su eficacia frente al cáncer hepático

Los reovirus son una familia de ARN virus que, si bien no suelen provocar ninguna sintomatología en los adultos, son responsables de muchos de los catarros, resfriados y casos de gastroenteritis infantiles. Sin embargo, y además de mermar la salud de los más pequeños, parece que estos reovirus, cual expiación, también podrían ayudar a combatir algunas enfermedades asociadas con una gran mortalidad. De hecho, un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Leeds (Reino Unido) muestra que los reovirus no solo estimulan el sistema inmune de los humanos para eliminar a las células del cáncer de hígado, sino que por sí solos son capaces de matar al virus de la hepatitis C (VHC) –virus este último que se presenta como un detonante común del cáncer hepático.

Como explica Stephen Griffin, director de esta investigación publicada en la revista Gut, “los actuales tratamientos para el cáncer de hígado que no puede ser extirpado con cirugía tienen principalmente una intención paliativa. De hecho, la quimioterapia tiene por objetivo prolongar la supervivencia más que curar el tumor, y puede presentar unos efectos secundarios muy significativos. Y en este contexto, creemos que al tratar simultáneamente el cáncer y el virus de la hepatitis que está impulsando el crecimiento del tumor podemos ofrecer una terapia más eficaz y mejorar el pronóstico de los pacientes”.

Aliado frente al cáncer

El estudio, llevado a cabo con cultivos de células tumorales hepáticas humanas, muestra que los reovirus estimulan la liberación por el sistema inmune de unas proteínas que, denominadas ‘interferones’, tienen por misión destruir los virus y las bacterias que invaden el organismo. Y asimismo, que estos interferones estimulan a su vez la liberación de las ‘células asesinas’ o células NK –del inglés natural killer–, tipo de linfocito con capacidad de controlar y regular el tamaño de los tumores y de eliminar las células infectadas por el VHC.

Y este beneficio, ¿tiene lugar también en organismos vivos o se limita únicamente a las placas de laboratorio? Pues para averiguarlo, los autores utilizaron un modelo animal –ratones– al que, tras inducirle el desarrollo de un cáncer de hígado y/o infectarlo con el VHC, le introdujeron un reovirus. Y una vez más, los resultados mostraron el beneficio sobre el cáncer y el VHC asociado con la administración de reovirus, confirmando así posible empleo en la inmunoterapia frente al cáncer hepático. De hecho, los autores ya están diseñando un ensayo clínico para evaluar su eficacia y seguridad en humanos.

Como apunta Alan Melcher, co-autor de la investigación, “nuestro trabajo establece un tipo completamente nuevo de inmunoterapia viral para el tipo más común de cáncer hepático primario, eso es, el carcinoma hepatocelular, cuyo pronóstico en las fases avanzadas de la enfermedad es ciertamente pobre. No en vano, nuestros resultados muestran que la terapia con reovirus activa al sistema inmune para atacar a las células cancerígenas y suprime la replicación del VHC, que a su vez se encuentra asociado a muchos casos tumores hepatocelulares”.

Es más; como indica Alan Melcher, “nuestros hallazgos también muestran que la terapia con reovirus podría ser utilizada en el tratamiento de otros tipos de cáncer asociados a las infecciones virales, caso entre otros del linfoma asociado al virus de Epstein-Barr”.

Virus ‘domesticados’

La mayoría de los cánceres hepáticos primarios –esto es, en los que el tumor original aparece en el hígado y no es el resultado de la invasión o ‘metástasis’ de un tumor desarrollado en otro órgano– aparecen tras un daño o cicatrización en el hígado, por lo general tras una infección por los virus de la hepatitis B o C –y asimismo, y si bien en una proporción muchísimo menor, por un abuso continuado del alcohol–. Un aspecto a tener en cuenta dado que, por una parte, el cáncer de hígado primario es la tercera causa de mortalidad por cualquier enfermedad oncológica y, por otra y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a día de hoy conviven en todo el mundo más de 130 millones de personas con infección crónica por el VHC.

Y en este contexto, como refiere Adel Samson, co-autor de la investigación, “cada vez tenemos más claro que una de las armas más poderosas para tratar el cáncer es nuestro propio sistema inmune. Sin embargo, los tumores se forman por nuestras propias células, por lo que el sistema inmune debe esforzarse para identificar las diferencias sutiles que distinguen a las células tumorales de las células sanas. Y la inmunoterapia contempla varias estrategias, caso del uso de virus como en nuestro estudio, para poner en marcha nuestro sistema inmune para una mejor identificación y lucha frente a las células tumorales”.

Y el uso de virus para tratar el cáncer, ¿es nuevo? No, la denominada ‘viroterapia’ o empleo de virus oncolíticos –virus genéticamente modificados para que solo puedan replicarse en las células tumorales y no en las células sanas– ya se está a día de hoy probando en el tratamiento de distintos tipos de tumores. De hecho, ya hay un virus oncolítico aprobado para la terapia del cáncer de piel.

Fuente: abc.es