Una de las creadoras de la vacuna contra covid augura volver a la normalidad en verano del 2021

Su rebeldía la llevó a protagonizar la historia desde la ciencia

La bioquímica húngara que co-desarrolló la base de la vacuna COVID-19 Katalin Karikó, aseguró recientemente que si se cumple con las fases de vacunación previstas por Estados Unidos, es posible experimentar en verano cierta normalidad como se conocía antes de la pandemia.

“Estas vacunas nos van a sacar de esta pandemia. Entre junio y agosto del 2021 probablemente podremos volver a la playa, a la vida normal”, concluyó Karikó en una de las entrevistas concedida a El País.

La investigadora, recientemente que se vacunó con la propuesta creada por Pfizer y BioNTech, en la universidad de Pensilvania, es reconocida además por su rebeldía y fiel convicción en el poder de ARN mensajero. Su investigación sobre las propiedades del ARN mensajero, superan los 40 años de esfuerzo. Por eso, la comunidad científica la ha bautizado como “la madre” de la vacuna contra el nuevo coronavirus.

“Me siento humilde y feliz”, dijo Karikó, quien se considera a sí misma una científica que solo ha buscado ayudar a los pacientes con su investigación, sin recibir fondos federales durante el proceso, y sin percatarse de que en realidad sería la base de vacuna que ahora ayuda al mundo para detener una pandemia poderosa del siglo XXI.

“ No estaba pensando en una vacuna o una enfermedad infecciosa; Siempre estaba pensando en desarrollar ARNm para terapias. Tengo la esperanza, ahora que hay tanto interés y entusiasmo por esta investigación, que será posible desarrollar y probar esta tecnología de vacuna de ARNm para la prevención y el tratamiento de otr as enfermedades también ” expresó la científica residente en Estados Unidos.

Karikó, de 65 años de edad, nació en la ciudad de Szolnok, ubicada en el centro de Hungría, y en 1985 se mudó a Estados Unidos para realizar un postdoctorado en la Universidad de Temple, en Filadelfia. Su camino está caracterizado por superar varios obstáculos que van desde viajar con su esposo y su hijo de dos años, perder un puesto en la facultad de la Universidad de Pensilvania por el afán de seguir adelante con el estudio e incluso la crítica de otros científicos estadounidenses que restaron importancia a su trabajo.

A diferencia de los informes que afirman que es de origen húngaro, la científica se identifica húngara como estadounidense, y ha sido reconocida en distintos artículos como una líder con la creencia inquebrantable por las posibilidades que puede dar el ARNm al mundo más allá de la vacuna del COVID-19.

En las redes sociales, Karikó agradeció a sus colegas por el apoyo en los años de investigación “y ustedes me salvaron muchas veces después de que me degradaron de mi puesto de docente y fui objeto de despido. ¡Muchas gracias por creerme a mí y al ARNm!”

Durante los años de su investigación, la científica busco apoyo economico tanto de farmaceutics como de instituciones, sin embargo la respuesta fue una negativa constante. “Recibía una carta de rechazo tras otra de instituciones y compañías farmacéuticas cuando les pedía dinero para desarrollar esta idea” comentó al diario español.

En el año 2010, la empresa estadounidense Moderna compró la patente, al igual que la compañía alemana BioNtech. Y posteriormente, en el año 2013, esta última contactó a Karikó, y la nombró vicepresidenta de la organización hasta la actualidad.

En sus redes sociales la científica detalló que tanto ella como Drew Weissman, MD, PhD, profesor de Enfermedades Infecciosas en la Facultad de Medicina Perelman de Penn, se aplicaron una dosis del biológico de Pfizer y BioNtech. Situación que la llenó de orgullo porque a pesar de las críticas y el costo de su empeño científico, su trabajo fue la base de este éxito en el mundo de la medicina.

“ Mientras recibía la vacuna reflexioné sobre mi largo viaje recordando a mis compañeros

@barnathanes y @drdavidlanger que estaban tan entusiasmados con el uso terapéutico del ARNm en mis primeros días en Penn. ¡Gracias!” indicó la científica en sus redes sociales.

Fuente: medicinaysaludpublica.com