Un sistema de aprendizaje automático reproduce espontáneamente aspectos de la neurología humana

Tomaso Poggio, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, y sus colaboradores diseñaron un sistema de aprendizaje automático que puso en práctica su modelo, y lo adiestraron para reconocer caras concretas a base de alimentarlo con una serie de imágenes de muestra. Descubrieron que el sistema, una vez adiestrado, había incorporado de manera espontánea un paso de procesamiento intermedio que representa el grado de rotación de una cara (digamos, 45 grados respecto el centro) bajo unas circunstancias particulares.

Esta propiedad, como hemos dicho, no fue agregada a sistema por los científicos; emergió espontáneamente a partir del proceso de adiestramiento. Y lo más fascinante es que reproduce un rasgo observado experimentalmente en el mecanismo de procesamiento de rostros presente en los cerebros de los primates. Los investigadores consideran esto una indicación de que su sistema y el cerebro están trabajando del mismo modo en aspectos clave.

El concepto de aprendizaje automático consiste en que, en vez de programárselo todo a un ordenador o a un robot, se intenta lograr que estas máquinas sean capaces de aprender por su cuenta, a partir de sus éxitos y fracasos al intentar realizar una tarea que nadie les ha enseñado a hacer, y, si es el caso, buscando información, examinándola e integrando los nuevos conocimientos a lo que ya saben.

Fuente: noticiasdelaciencia.com