Tratamiento experimental en ratones pudo revertir esclerosis múltiple

Unas “mochilas” microscópicas llenas de fármacos diseñadas para adherirse a las células inmunitarias problemáticas demostraron mejorar la salud de ratones con una enfermedad similar a la esclerosis múltiple (EM) que afecta a los humanos.

El equipaje de micropartículas desarrollado por investigadores de la Universidad de Harvard podría sustituir a las terapias actuales, aprovechando la tendencia de las células inmunitarias mieloides errantes a aventurarse en tejidos donde causarían inflamación, fomentando la reparación.

Para convertir los glóbulos blancos potencialmente inflamatorios en diminutos parafármacos, los investigadores tomaron un tipo de células mieloides de ratones sanos y las cultivaron fuera de su cuerpo. Después, adhirieron objetos microscópicos en forma de disco que transportaban micropartículas de fármacos a la superficie de las células, dotándolas así de una diminuta “mochila” de medicamentos.

Cuando las células portadoras de la mochila se introdujeron en un modelo de ratón de la EM, lograron mejorar, significativamente, las respuestas inmunitarias específicas de la enfermedad paralítica, revirtiendo parcialmente la parálisis y mejorando las funciones motoras.

“Se trata de células muy plásticas que pueden alternar entre distintos estados y, por tanto, son difíciles de controlar. Nuestro método de mochila basada en biomateriales es una forma muy eficaz de mantenerlas bloqueadas en su estado antiinflamatorio”, explicó el autor principal, Samir Mitragotri, bioingeniero de la Universidad de Harvard y el Instituto Wyss.

La EM se caracteriza como una enfermedad neurológica crónica de naturaleza inflamatoria y autoinmunitaria. Ella provoca el deterioro de la mielina aislante que rodea los nervios, lo que interrumpe la comunicación cerebro-cuerpo y dificulta el movimiento y el funcionamiento de quienes la padecen.

Actualmente, no hay cura para ella, y aunque existen fármacos que reducen la inflamación y pueden cambiar su curso, muchos de los tratamientos con su uso conllevan riesgos importantes, como depresión, infecciones o problemas de tiroides y otros órganos.

Desde 2013, el número de personas con EM ha aumentado un 30 %, y alrededor de 2,8 millones de personas padecen la enfermedad en todo el mundo. Aunque se conoce el mecanismo básico de este tipo de la esclerosis, sus desencadenantes exactos todavía no están claros. Se considera que está causada por diversos factores ambientales, con investigaciones que la relacionan con traumatismos infantiles e infecciones víricas.

El equipo quiere investigar más sobre esta técnica aplicada en ratones, con otros medicamentos dirigidos al sistema inmunitario adaptativo, para ver si funciona en una forma más común de la EM recidivante, ya que los modelos de ratón solo imitan una forma progresiva de la enfermedad. El fin es prevenir la inflamación en una fase temprana.

Fuente: vtv.gob.ve