Si pensaba que ir al baño para lavarse las manos y secárselas en los secadores de manos era un hábito higiénico y eficaz para desinfectarse, una investigación científica lo hará reconsiderar esa opción.

Un informe de la revista Newsweek informa que científicos compararon el aire normal del baño con el de las boquillas del secador de manos y descubrieron que en este último se desarrollan mucho más colonias bacterianas. El reporte periodístico precisa que los resultados de la investigación científica fueron publicados este mes por la revista Applied and Enviromental Microbiology.

Los secadores de manos, agrega el reporte, aspiran el aire del baño y lo expulsan a velocidad. “Por lo tanto, en los breves momentos en que sus manos descansan debajo de la boquilla, estarán expuestos a mucho más aire de lo normal, y a muchas más bacterias”, agrega Newsweek.

El estudio precisa que en la investigación desarrollada en 36 baños de la Facultad de Medicina de la Universidad de Connecticut, los científicos buscaron una inofensiva cepa de la bacteria Bacillus subtilis, llamada PS533, diseñada en laboratorio. A diferencia de otros tipos de subtilis B, que se encuentran en el suelo, esta cepa solo se encuentra en entornos de laboratorio.

El informe agrega que el equipo encontró que PS533 en cada uno de los baños analizados. Se consideró que probablemente esas esporas bacterianas habían viajado por todo el edificio de investigación desde un laboratorio. Aunque esas esporas pueden sobrevivir durante años, no representan un riesgo para salud humana.

“Dentro de un edificio grande, las bacterias potencialmente patógenas, incluidas las esporas bacterianas, pueden viajar entre habitaciones”, escribieron los científicos, indica el reportaje. “Los secadores de manos, agregaron, podrían ser una de las formas en que esas bacterias se filtraron a través del edificio”.

La investigación se suma a un creciente cuerpo de evidencia que muestra que los secadores de manos con aire caliente tienen un papel clave en la diseminación de bacterias seguras y potencialmente peligrosas.

Fuente: elnuevoherald.com