Hacer deporte es esencial para cuidar el cuerpo y mantenerse sano, sobre todo en la rutina actual donde la mayoría de la población pasa una media de nueve a diez horas sentado en la oficina, a lo que se suma el trayecto en transporte público o coche a casa.
Después de una larga jornada laboral, lo que apetece es descansar, preparar una rica merienda, encender la tele, disfrutar de un buen café y desconectar con un buen libro, la última película añadida en Netflix o simplemente jugar al blackjack online. Pero, estas actividades pueden hacerse antes o después de cenar, sin necesidad de invertir el tiempo de media tarde en ello, cuando se puede salir a hacer deporte y mover el cuerpo.
El deporte es esencial para mantener una buena salud física y mental, porque está comprobado que cuando se va al gimnasio o se sale a correr el cerebro desconecta del día y conecta consigo mismo, dando una sensación de liberación y relajación al cuerpo. Además, la actividad física fortalece el corazón, mejora la circulación y reduce el estrés, por lo que es imprescindible incluir alguna práctica deportiva en la rutina semanal, por más pereza que pueda dar en invierno.
Consejos para hacer deporte en invierno
Aunque la sociedad cada vez está más concienciada con la necesidad de hacer deporte de manera constante, es cierto que en épocas de frío como el invierno es menos apetecible salir a correr o ir al gimnasio cuando en la calle apenas hace tres o cuatro grados. Pero, justo en esos momentos de más cansancio es cuando el entrenamiento es más efectivo, por lo que no deberíamos dejar de hacerlo.
La Organización Mundial de la Salud recomienda realizar un mínimo de 150 minutos de algún tipo de actividad física a lo largo de la semana, aumentando ese tiempo siempre que sea posible. Aunque no hay una hora exacta para hacer deporte y esto varía mucho según las circunstancias de cada persona, es cierto que varios estudios señalan que la mejor hora para hacer ejercicio es a media tarde.
Establecer horarios fijos
El primer paso para crear cualquier hábito es establecer un horario fijo, que se intente respetar siempre que se pueda, salvo excepciones justificables. Es decir, de nada sirve marcar como objetivo entrenar todas las tardes si cada semana se anula el entrenamiento por otro plan.
El deporte no debe verse como una obligación, sino como un complemento ideal para la semana que ayuda a reducir el cansancio y el estrés y a conectar cuerpo y alma, por lo que resulta más eficaz seguir un patrón y hacer entender al cuerpo que durante un periodo determinado del día necesita salir a hacer ejercicio.
En invierno los días son más cortos y por tanto las horas de luz son menores, por lo que siempre que se pueda es recomendable salir a hacer deporte en la calle en las horas de sol para tener más energía.
Calentamiento y estiramientos profundos
Dadas las bajas temperaturas propias del invierno, el cuerpo necesita más tiempo para calentarse y activarse. En consecuencia, el calentamiento y preparación de músculos y articulaciones debe ser más exhaustiva porque el cuerpo en general está mucho más frío. Esta es la única manera de evitar lesiones y dolores a posteriori.
Si se va a salir a correr, una opción es hacer el calentamiento tranquilamente en casa, donde la temperatura es más óptima y no hay prisa por terminar pronto.
Deporte en espacios cerrados
Aunque uno de los objetivos de hacer deporte sea respirar aire fresco y salir de la habitación, en los meses de más frío es mejor optar por ir al gimnasio, asistir a alguna actividad o clase de fuerza dirigida. Y para los amantes del running también existen clubes deportivos que corren en pistas de atletismo en interior. También es muy importante saber qué comer para entrenar en invierno y que el cuerpo tenga más energía.


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