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No sólo amor: las parejas que viven juntas comparten hasta las bacterias de la piel

Los científicos creen que las parejas no sólo comparten su tiempo y el amor que se tienen, sino también a las bacterias que tienen en la piel.

Un nuevo estudio, realizado por expertos de la Universidad de Waterloo y publicado por la American Society for Microbiology, señala que, solo basándose en los microbios de la piel, era posible determinar quienes eran pareja con un 86% de certeza. Es que se encontró que las parejas mostraron similitudes en el «microbioma» de su piel.

El «microbioma» se refiere a los billones de bacterias y otros microbios que habitan el cuerpo humano, dentro y por fuera. La piel está cubierta por una variedad de microbios, la mayoría de los cuales son inofensivos o beneficiosos.

Según el investigador principal del estudio, Josh Neufeld, profesor de biología en la Universidad de Waterloo, en Canadá, la «comunidad microbiana» de allí interactúa con el sistema inmunitario, y podría tener un impacto mayor en la salud de lo que se creía tradicionalmente.

Para los científicos es importante comprender qué factores afectan a la configuración del microbioma de una persona. Los nuevos hallazgos apuntan a la importancia del hogar. Aunque el estudio se centró en las parejas, explicó Neufeld, pareció que el contacto con las mismas superficies en el hogar, en lugar del contacto del uno con el otro, fue clave.

Las parejas mostraron las mayores similitudes microbianas en sus pies, «lo cual tiene sentido», dijo Neufeld.

Una diversidad de bacterias «saludable»

La diversidad del microbioma de una persona (en el intestino o en la piel) es saludable, según el experto y amplió: «Las bacterias buenas les ponen cierto límite a las malas». Tal es así que la falta de diversidad en la comunidad microbiana del intestino se ha asociado con un aumento del riesgo de ciertas afecciones relacionadas con el metabolismo y la función inmunológica, incluyendo la obesidad, la diabetes tipo 1 y el asma. «Normalmente hablamos de las bacterias como si fueran malas», dijo. «Pero cuando todo está en armonía, no hay ni ‘bueno’ ni ‘malo’. Cuando hay falta de diversidad, y esa armonía se resiente, tenemos un problema».

En el nuevo estudio, publicado recientemente en la revista mSystems, los investigadores canadienses analizaron las muestras de piel de cada participante recogidas de 17 lugares distintos del cuerpo.

El sexo biológico es un gran factor en la configuración de las bacterias de la piel, dijo Neufeld: «Las mujeres parecen tener una mayor diversidad microbiana que los hombres, lo que, en parte, se debe a las diferencias en la acidez de la piel. Nuestros cuerpos y las sustancias que secretan ayudan a determinar qué bacterias sobreviven y prosperan».

Fuente: American Society for Microbiology