Mascarillas de tela son tan buenas como los respiradores para protegerse de la gripe, revela estudio

Un equipo de científicos estadounidenses realizó un estudio con casi tres mil trabajadores médicos y descubrió que las máscaras quirúrgicas de tela protegen contra la gripe tan bien como los respiradores N95, que limitan la entrada de partículas de hasta 0.3 micras (0.003 mm) en las vías respiratorias. El número de casos de contagio después de usar respiradores fue de 8.2%, y entre los que usaron máscaras quirúrgicas, 7.2%. La diferencia resultante fue estadísticamente insignificante, de acuerdo a la investigación publicada en JAMA.

El personal de enfermería que trabaja con pacientes con infección tiene un gran riesgo de contagio. Para evitar este problema, las instituciones médicas regularmente limpian y desinfectan sus instalaciones, y los propios empleados deben seguir ciertos protocolos de seguridad. En ese sentido, por lo general es requerido el uso de máscaras médicas y respiradores: en los Estados Unidos, por ejemplo, la FDA ha desarrollado instrucciones especiales para usar equipos de protección respiratoria.

Un producto de uso común es el respirador N95, que protege contra el contacto del 95% de micropartículas (tamaños de hasta 0.3 micras). Dichas máscaras se ajustan firmemente a la piel (no pueden ser usadas por personas con vello facial): se cree que protegen mejor contra las infecciones que las máscaras quirúrgicas de tela convencionales.

Para corroborar esta creencia, un equipo de científicos dirigido por Lewis Radonovich Jr, decidió probar qué tan efectivos son los respiradores con máscaras de tela regulares utilizando un ensayo aleatorizado y controlado que involucró a miles de trabajadores médicos.

El estudio se realizó durante cuatro años en centros médicos de todo EE.UU.: cada año durante 12 semanas en los brotes de gripe, se les pidió a los participantes que usaran una máscara quirúrgica o un respirador N95 de forma aleatoria. En total, 2058 personas usaron una máscara, y 1993 personas usaron un respirador durante.

Casi todos los participantes en el estudio informaron que usaban máscaras o respiradores “siempre” o “a veces” en el espacio físico de la institución médica: 89.4% en el grupo con respiradores y 90.2% en el grupo con máscaras.

Durante toda la duración del estudio, la gripe se diagnosticó en 207 personas que usaron respiradores, y en 198 personas que usaron máscaras. La diferencia fue estadísticamente insignificante (p = 0.18). Además, no se detectó una diferencia estadísticamente significativa entre los grupos con respecto a otras enfermedades respiratorias diagnosticadas y la presencia de infecciones.

Los autores del trabajo llegaron a la conclusión de que, en términos de protección del personal médico contra la infección por influenza, un medio de protección no supera al otro (a pesar de que el respirador está más cerca de la cara y en teoría debería proteger mejor). Sin embargo, debe tenerse en cuenta que hasta ahora el estudio solo ha analizado con especial minuciosidad a la gripe.

Los profesionales médicos a menudo participan en tales estudios. Por ejemplo, el año pasado informamos de un estudio que detallaba cómo la ropa de los médicos influye en la opinión que tienen los pacientes sobre ellos.

Fuente: nmas1.org