Científicos chinos han investigado los cambios que se producen en el cerebro humano durante la edad adulta. Para ello estudiaron el cerebro de más de 100 personas, utilizando el método de imágenes con tensor de difusión (ITD), y llegaron a la conclusión de que los cambios en la materia blanca del cerebro ocurren a lo largo de la vida y no solo durante el crecimiento activo y el envejecimiento del cuerpo. El artículo fue publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience.

El método ITD visualiza la difusión de moléculas de agua en los tejidos cerebrales, lo que permite estudiar su integridad. Se usa a menudo en estudios destinados a distinguir la integridad de la sustancia blanca en el cerebro de personas de diferentes edades.

Los autores usaron este método para estudiar los cambios anatómicos en el cerebro de personas en edad adulta hasta la vejez. En el estudio participaron 111 personas de 18 a 55 años, sin enfermedades neurológicas. Los resultados del análisis del ITD mostraron que en los datos obtenidos hubo una correlación significativa entre los cambios, en algunos parámetros de la tomografía, con la edad. Los autores también afirman que, analizando los tractos del ITD, fueron capaces de calcular la edad de cada sujeto. Anteriormente, esto solo se lograba revisando las imágenes obtenidas mediante imágenes de resonancia magnética funcional.

Gráfica de los cambios de los parámetros de difusión de las moléculas de agua en los tejidos cerebrales. De izquierda a derecha, de arriba a abajo: anisotropía (FA), difusividad media (MD), difusión radial (RD), difusión axial (AD). La línea vertical indica el valor medio del parámetro, la línea horizontal – la edad de los participantes en el estudio. En particular, FA y AD disminuyeron con la edad, y RD aumentó. Los científicos no encontraron ninguna correlación entre la edad y el cambio en la difusión media (MD). /Tian & Ma. Frontiers in Human Neuroscience

Los investigadores señalan que es imposible sacar conclusiones precisas sobre la relación entre el crecimiento y los cambios anatómicos en el cerebro de las personas en una muestra tan pequeña, por lo que resaltan la importancia de aumentar el número de participantes en estos experimentos y la necesidad de un estudio longitudinal en el futuro. El estudio de los cambios en el cerebro de adultos no solo proporciona nueva información sobre la relación entre la neuroplasticidad y la edad, sino que también puede ayudar a identificar los primeros signos del envejecimiento cerebral y la pérdida de funciones cognitivas.

Además, según los autores, su trabajo ayudará a psicólogos y neurofisiólogos a controlar mejor la edad de los participantes en sus experimentos.

Fuente: Frontiers in Human Neuroscience