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Los científicos están a punto de comercializar la primera vacuna personalizada contra el cáncer

Los científicos están a punto de comercializar la primera vacuna personalizada contra el cáncer. Si funciona como se espera, la vacuna, que estimula el sistema inmunológico de una persona para identificar el tumor a partir de sus mutaciones únicas, podría detener de manera efectiva muchos tipos de cáncer.

A diferencia de las quimioterapias convencionales, al usar las defensas naturales del cuerpo para destruir únicamente a las células tumorales de forma selectiva, la vacuna limita el daño causado a las células sanas. Las células inmunes atacantes también podrían detectar cualquier célula cancerosa extraviada después del tratamiento inicial.

La posibilidad de una vacuna de este estilo comenzó a tomar forma en 2008, cinco años después de que se terminara el Proyecto Genoma Humano, cuando los genetistas publicaron la primera secuencia de una célula cancerosa.

Poco después, comenzaron a comparar el ADN de las células tumorales con el de las células sanas. Estas comparaciones confirmaron que todas las células cancerosas contienen cientos, si no miles, de mutaciones específicas, la mayoría de las cuales son únicas para cada tumor.

Unos años más tarde, una empresa alemana llamada BioNTech presentó pruebas convincentes de que una vacuna con seis copias de estas mutaciones podría activar al sistema inmunológico del cuerpo para producir las células T preparadas para buscar, atacar y destruir todas las células cancerosas presentes en el cuerpo.

En diciembre de 2017, BioNTech comenzó un gran ensayo de la vacuna en pacientes con cáncer, en colaboración con el gigante biotecnológico Genentech. Este experimento en curso está dirigido a, al menos, 10 tipos de cánceres sólidos y espera incluir a más de 560 pacientes de todo el mundo.

Ambas compañías están diseñando nuevas técnicas de fabricación para producir miles de vacunas personalizadas de forma económica y rápida. Eso será complicado porque para crear la vacuna es necesario realizar una biopsia en el tumor del paciente, secuenciar y analizar su ADN, y llevar esa información al lugar de producción. Nada más terminar de crearla, la vacuna debe ser entregada rápidamente al hospital; porque los retrasos podrían ser mortales.

Fuente: technologyreview.es