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La primera voluntaria de Reino Unido en inyectarse con la vacuna del coronavirus se halla en perfecto estado

La pandemia de covid-19 es el caldo de cultivo ideal para tod tipo de bulos, falsedades e historias que tratan de arrimar el ascua de la actualidad a su sardina particular. El último caso es la noticia de que la doctora Elisa Granato ha muerto tras inyectarse la primera vacuna en pruebas contra el SARS-CoV-2. No.

Granato, de 32 años, es microbióloga y salto a las noticias el pasado 23 de abril por ser la primera de un pequeño grupo de voluntarios en inyectarse una vacuna en pruebas contra el coronavirus que está siendo desarrollada por la Universidad de Oxford. En los últimos días se han detectado decenas de mensajes en Facebook en los que se asegura que Granato ha fallecido debido a la vacuna. No es cierto. La doctora sigue viva y en buen estado de salud. La noticia de su muerte ha circulado por diversos foros de antivacunas y conspiranoicos porque por supuesto.

“Nada como levantarte por la mañana con la noticia de tu propia muerte… Estoy bien. Por favor, no compartáis el artículo en cuestión. No queremos que gane más atención o clics”, comentaba la doctora en un tuit publicado el sábado 25. Al día siguiente, Granato concedió una pequeña entrevista a la BBC en la que explicaba que se encontraba perfectamente y que iba a aprovechar el buen tiempo para dar un paseo.

El propio programa de la Universidad de Oxford responsable del programa de pruebas de la vacuna ha desmentido categóricamente la información, aunque qué van a decir ellos ¿verdad? En realidad el desmentido va dirigido simplemente a la gente común que pueda haber escuchado la noticia y no sepa si es cierta o no. No lo es. Los que han elegido construir su propia realidad a partir de las pendejadas que escuchan en un grupo de Facebook ya da igual que lean esto. El sentido común y la capacidad de razonar no llegan al lugar al que han decidido irse a vivir. [IFL Science]

Fuente: es.gizmodo.com