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Innovador implante devolvió audición a un niño

En Parma. Un audífono en el tronco encefálico

Escuchó la voz de sus padres por primera vez a los dos años.

La emoción fue indescriptible para todos.

Para la familia y también para el equipo del hospital de Parma, que hizo posible el «milagro» gracias a una operación compleja y poco común en todo el mundo.

El niño nació con ausencia bilateral de los nervios auditivos y pudo reconocer los primeros sonidos gracias a la implantación de un audífono directamente en el tronco encefálico, la única posibilidad ante la ausencia del nervio auditivo.

La intervención quirúrgica fue realizada por el doctor Maurizio Falcioni, jefe de la unidad de Otorrinolaringología y Microcirugía de la base lateral del cráneo del Ospedale Maggiore de Parma, en estrecha colaboración con el doctor Maurizio Guida, electrofisiólogo de la Universidad de Parma, jefe de Electrofisiología en el Implante Coclear y en el Implante de Tronco Cerebral.

El equipo colocó una pequeña placa de 2,5 x 6 milímetros, que soporta 21 electrodos, directamente en contacto con el diminuto núcleo coclear, con precisión milimétrica.

El núcleo coclear se encuentra en una zona muy delicada del cerebro, cerca de centros nerviosos vitales. Dadas las condiciones del pequeño paciente, nacido sin nervios auditivos, no habría sido posible utilizar el implante coclear más común.

Sin embargo, los padres aceptaron someterse a lo que clínicamente se denomina «implante de tronco encefálico» para intentar ofrecer a su hijo la oportunidad de escapar del mundo silencioso que lo rodeaba.

«Este procedimiento representa una frontera muy avanzada en medicina e ingeniería biomédica», explicóFalcioni, «y es el resultado de una colaboración entre expertos altamente seleccionados, posible solo en centros donde convergen experiencias y tecnologías igualmente especializadas. A nivel internacional, existen muy pocos centros».

Además de la delicadeza del procedimiento para el implante en sí, otra fase igualmente compleja fue la activación del dispositivo. Esta también se realizó en quirófano con el pequeño paciente bajo anestesia general.

Mediante una compleja serie de estimulaciones y grabaciones, Guida diferenció los electrodos capaces de evocar una sensación acústica de aquellos que activarían otros núcleos, con efectos potencialmente peligrosos.

Durante esta fase —explica el equipo— se debe crear un «mapa cerebral acústico», desde cero, en el cerebro, que permita al niño reconocer las señales sonoras. Este proceso es complejo, ya que no hay retroalimentación directa del paciente.

Poco después de la activación del implante, el niño mostró cambios significativos en su comportamiento, mostrándose mucho más tranquilo. Ocho meses después de la operación, tras un largo proceso de modificación de la estimulación de los parámetros eléctricos y bajo control logopédico constante, comenzó a reconocer sonidos, mejorando simultáneamente la calidad de su producción vocal. Gracias al implante, el niño podrá mejorar su capacidad de comunicación y su desarrollo cognitivo.

Fuente: ansalatina.com

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