Hacen crecer tejido de esófago a partir de células madre en un laboratorio

Unos científicos que trabajan con el objetivo de reproducir en un laboratorio todo el sistema gastrointestinal humano han conseguido ahora, mediante el uso de células madre pluripotentes, cultivar organoides (“brotes”) de esófago humano.

Este es el avance más reciente del equipo de Jim Wells, experto de un centro especializado en medicina de células madre y de organoides adscrito al Centro Médico del Hospital Pediátrico de Cincinnati en Estados Unidos.

En esa institución se trabaja en el desarrollo de nuevas formas de estudiar defectos de nacimiento y enfermedades congénitas que provocan problemas gastrointestinales a millones de personas. Esta línea de investigación está llevando a nuevos métodos de diagnóstico personalizados y se prevé que, más a largo plazo, conduzca hacia terapias para regeneración de tejidos encaminadas a tratar o curar afecciones gastrointestinales.

El logro más reciente de Wells y sus colegas constituye, hasta donde ellos saben, la primera vez que se logra hacer crecer tejido humano del esófago exclusivamente de células madre pluripotentes. Estas células madre pueden formar cualquier tipo de tejido en el cuerpo.

El esófago es un tubo muscular que mueve de forma activa alimentos desde la boca al estómago. El órgano puede verse afectado por malformaciones y otros problemas congénitos derivados de mutaciones genéticas que provoquen su estrechamiento u otros efectos nocivos.

Otras enfermedades afectan al esófago y pueden reducir severamente la calidad de vida de los enfermos o incluso amenazar su vida. Entre ellas están el cáncer de esófago, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, o una rara dolencia llamada acalasia esofágica, que afecta a los músculos del esófago inferior y que evita la contracción del órgano y el paso de alimentos.

Todas estas afecciones necesitan mejores tratamientos y encontrarlos requiere un conocimiento más profundo de los mecanismos genéticos y bioquímicos subyacentes en las causas de tales dolencias. Esta necesidad de información detallada se puede satisfacer mediante la capacidad de generar y estudiar modelos robustos y funcionales, coincidentes genéticamente, de tejido humano del esófago que pueda crecer a partir de las propias células de una persona.

Fuente: noticiasdelaciencia.com