El estudio concluye que una dieta con una proporción moderada de manteca de cerdo redujo la acumulación de grasa en ratones
Imagina que algunos de los alimentos que consumes a diario —desde las galletas y bollos de tu desayuno hasta ciertos embutidos o empanadas— y que siempre han estado asociados con las grasas indeseadas, podrían tener un efecto totalmente inesperado en tu cuerpo.
Un estudio publicado este mes en Science of Food encontró que una dieta con una proporción moderada de manteca de cerdo —presente en muchos— redujo la acumulación de grasa corporal y los niveles de inflamación en ratones de laboratorio, en comparación con dietas basadas en determinados aceites vegetales. Los resultados sorprenden porque contradicen la percepción generalizada de que todas las grasas de origen animal son necesariamente perjudiciales.
Reducción de la grasa y la inflamación
La investigación, liderada por un equipo de científicos chinos de la Universidad Agrícola de Hunan, analizó cómo diferentes tipos de grasa afectaban a ratones alimentados con manteca de cerdo, aceite de hojas de té y aceite de cacahuete.
Los resultados sorprendieron incluso a los propios científicos, ya que los ratones que consumieron manteca de cerdo registraron una reducción cercana al 29 % en su grasa corporal total frente a los que recibieron aceites vegetales. Además, presentaron mejores indicadores de inflamación en el tejido adiposo, un dato clave porque la inflamación crónica está asociada con problemas metabólicos.
Los investigadores identificaron un posible responsable de este efecto: un compuesto llamado taurocolato biliar, un ácido biliar cuya concentración se elevó de manera notable en los ratones alimentados con manteca. Este compuesto tendría un doble papel; por un lado, ayudaría a convertir la grasa almacenada en energía, estimulando el metabolismo de los lípidos, mientras que, por otro, modularía la respuesta inmunitaria, reduciendo la actividad inflamatoria en el tejido adiposo.
Además, este estudio observó un aumento de células con funciones antiinflamatorias en los animales que consumieron manteca, un hallazgo que refuerza la hipótesis de que esta grasa, tomada en cantidades moderadas, podría comportarse de manera diferente a lo que se suele esperar de las grasas animales.
Los científicos advierten, eso sí, que los resultados provienen de experimentos con ratones y no pueden extrapolarse directamente a los humanos sin estudios adicionales. Como medida de precaución, sugieren combinar manteca de cerdo con aceites vegetales como el de soja o colza, y que un adulto no consuma más de 25 a 30 gramos de grasa al día.
Fuente: 20minutos.es


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