El veneno de ciempiés mexicano sirve como un potente calmante
La investigación destaca no solo por su enfoque en la conservación de la biodiversidad, sino también por su potencial impacto en la medicina
Recientes estudios han puesto de manifiesto el potencial médico del veneno de ciempiés, especialmente de especies encontradas en México, mostrándolo como un prometedor calmante para dolores y un eficaz antiinflamatorio. Según el investigador Fabio Germán Cúpul Magaña, del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), la biodiversidad de ciempiés en la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala podría ser clave en el desarrollo de nuevos tratamientos médicos.
Con aproximadamente 20 especies identificadas en la región de Chamela, el trabajo de Cúpul Magaña y su equipo, en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, se centra en catalogar y estudiar la diversidad de estos artrópodos en México. Este proyecto ha recibido el respaldo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), e incluye visitas a importantes museos y colecciones en Europa y Estados Unidos.
La investigación destaca no solo por su enfoque en la conservación de la biodiversidad, sino también por su potencial impacto en la medicina. Estudios adicionales indican que el veneno del ciempiés podría ofrecer una alternativa a la morfina, evitando los efectos secundarios y la dependencia asociada con los opiáceos. Una investigación australiana y china, publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, encontró una pequeña proteína en el veneno del ciempiés capaz de alterar la función de los canales nerviosos, sugiriendo un camino hacia analgésicos más seguros y efectivos.
La relevancia de este hallazgo radica en la posibilidad de desarrollar medicamentos que bloqueen selectivamente la transmisión del dolor sin afectar otras funciones nerviosas, una característica que podría revolucionar el tratamiento del dolor crónico. Los científicos están en la etapa de probar estos compuestos en modelos animales más cercanos al ser humano, con la esperanza de avanzar hacia ensayos clínicos en los próximos años.
El veneno de ciempiés, por tanto, no solo revela la importancia de preservar y estudiar la biodiversidad de México, sino que también subraya cómo la naturaleza continúa siendo una fuente invaluable de compuestos para el desarrollo de nuevos medicamentos. La colaboración interinstitucional y el apoyo de entidades como la CONABIO son fundamentales para el avance de estas investigaciones que prometen abrir nuevas vías en el tratamiento del dolor y la inflamación, beneficiando a pacientes alrededor del mundo.
Fuente: excelsior.com.mx