Salud

El sexo es bueno en las mayores de 50, pero no tanto para los hombres

«Los resultados para las mujeres coincidieron con nuestras expectativas, pero los resultados para los hombres nos sorprendieron», dijo el autor principal, Hui Liu, profesor asociado de sociología de Michigan State University, East Lansing.

Su equipo utilizó las respuestas de una encuesta a más de 2 mil personas de entre 57 y 85 años del Proyecto Nacional de Vida Social, Salud y Envejecimiento, que comenzó en el 2005 y se repitió a los cinco años. Se registraron complicaciones como el infarto, la insuficiencia cardíaca y el ACV, además de controlarle a los participantes la presión, la frecuencia cardíaca y los valores de proteínas inflamatorias.

Al inicio del estudio, el 70 por ciento de los hombres y el 39 por ciento de las mujeres habían tenido relaciones sexuales el último año. Un cuarto de los hombres había tenido relaciones sexuales una vez por semana o más, comparado con el 11 por ciento de las mujeres.

Ellos eran más propensos que ellas a decir que el sexo era extremadamente satisfactorio, tanto física como emocionalmente, aunque eso lo afirmó menos de la mitad de los participantes.

Los hombres que en la primera encuesta dijeron que tenían relaciones sexuales una vez por semana eran casi dos veces más propensos a haber sufrido un infarto, un ACV o haber desarrollado insuficiencia cardíaca cinco años después que los hombres sexualmente inactivos. Y aquellos para los que el sexo era extremadamente satisfactorio eran aún más propensos a tener esas complicaciones, según publica el equipo en Journal of Health and Social Behavior.

En cambio, las mujeres para las que el sexo era extremadamente placentero en la primera encuesta no tenían más riesgo que el resto a padecer trastornos cardíacos y eran menos propensas a tener hipertensión a los cinco años.

Los autores consideran que se necesitan más estudios para comprender mejor las causalidades e identificar los mecanismos por los que la sexualidad afecta la salud cardíaca.

Fuente: Kathryn Doyle / Reuters Health