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Diseñan un balón gástrico que se infla y desinfla para imitar mejor la sensación de saciedad

El objetivo es evitar que el estómago se acostumbre a la presencia perenne del incremento de volumen, lo que con el tiempo reduce la eficacia de los dispositivos clásicos

Un equipo de investigadores dirigido por Giovanni Traverso, profesor asociado del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y gastroenterólogo del Brigham and Women’s Hospital de Boston (EE UU), ha diseñado un balón gástrico para favorecer la pérdida de peso, bautizado con las siglas OSIRIS (Oscillating Satiety Induction and Regulation Intragastric System).

A diferencia de los dispositivos existentes, OSIRIS puede inflarse y desinflarse para imitar más fielmente la sensación de saciedad a la hora de comer. El objetivo sería evitar que el estómago se adapte a la presencia constante de un volumen «extra», lo cual según los investigadores puede reducir con el tiempo la eficacia de los balones gástricos clásicos. OSIRIS se está probando actualmente en modelos animales en un estudio de un mes de duración. Los resultados se publicaron en la revista Device.

Cómo funciona el balón gástrico

Como ya se ha mencionado, la idea del balón gástrico no es nueva en sí. Es una tecnología que ya está en uso, que naturalmente requiere la supervisión de un equipo de especialistas y que posiblemente esté diseñada para acompañar un estilo de vida correcto. Se trata de un remedio temporal: el balón gástrico, normalmente lleno de aire o solución salina, se mantiene dentro del estómago entre cuatro y seis meses. Después se extrae por endoscopia o de forma natural a través del aparato digestivo (en el caso de los dispositivos más modernos).

El nuevo estudio

«Los balones gástricos funcionan inicialmente. Históricamente, se ha visto que el balón está asociado a la pérdida de peso. Pero luego, en general, el aumento de peso retoma la misma trayectoria», explica Traverso. «Pensamos que quizá disponer de un sistema que simule la saciedad de forma transitoria, es decir, justo antes de una comida, podría ser una forma de inducir la pérdida de peso». Con este objetivo en mente, los autores de la investigación diseñaron el nuevo dispositivo, que requiere una incisión abdominal para ser insertado y se infla y desinfla a través de un pequeño tubo que lo conecta a una bomba fuera del cuerpo.

OSIRIS se está probando actualmente en tres cerdos: en rotación, para un total de tres observaciones, uno de los animales constituyó el control negativo (es decir, se le dejó sin el dispositivo), otro recibió el dispositivo que nunca se infló, y otro recibió el dispositivo que se inflaba y desinflaba antes y después de las comidas, respectivamente.

Los resultados

Los autores del estudio alimentaron a cada animal dos veces al día con una cantidad medida de comida durante 30 minutos. Después pesaron la comida restante y obtuvieron así la cantidad realmente consumida. Las tres observaciones mostraron que el cerdo con el globo inflado y desinflado antes y después de las comidas, respectivamente, consumió alrededor de un 60% menos de comida que los otros dos.

Habrá que seguir probando OSIRIS, entre otras cosas porque el estudio duró en total un mes: «El período de uso de los balones gástricos tradicionales suele ser de seis meses, si no más, y solo entonces se observa una buena pérdida de peso», concluye Neil Zixun Jia, investigador del MIT y primer autor del estudio. «Tendremos que evaluar nuestro dispositivo durante un plazo similar o más largo para demostrar que realmente funciona mejor».

Fuente: es.wired.com

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