El 73 % de los mexicanos fallecidos por coronavirus padecían al menos una comorbilidad. Un estudio reciente señala que el costo de atender la diabetes en el país será cercano a los 6.300 millones de dólares
La hipertensión, diabetes y obesidad son el principal factor de riesgo identificado en más del 60 % de las muertes por covid-19 en México, el cuarto país del mundo con más fallecidos por esta enfermedad. Pero el coronavirus, a su vez, disparará la epidemia de comorbilidades, que representan un «problema crítico» para el mermado sistema de salud mexicano.
Esta es la conclusión a la que llegó el doctor Armando Arredondo, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública, uno de los mayores expertos en México sobre el tema de la diabetes.
El experto considera que, «sin duda», la pandemia de covid-19 detonará aún más la otra grave epidemia de comorbilidades que han puesto en jaque al sistema hospitalario del país desde hace varios años.
«Sin duda lo va a disparar. La diabetes, hipertensión y obesidad ha tenido un efecto de incrementar la mortalidad, particularmente en el caso de México», explica el especialista en entrevista con RT.
«El efecto de la covid-19 de este año se va a ver en 2021, porque el próximo año vamos a ver con más claridad cómo se incrementaron las complicaciones, la mortalidad y los casos de diabetes e hipertensión por estar atendiendo la covid-19 en el sistema de salud y por el miedo que tuvo la población para atenderse», agrega.
En un artículo publicado en la revista International Health, de la Universidad de Oxford, Arredondo explica que los impactos económicos directos o indirectos de la diabetes en 2020, año marcado por la pandemia de covid-19, ascenderán a 6.300 millones de dólares, equivalentes a 0,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) de México.
Una cifra considerable si se toma en cuenta que México gasta el 2,5 % de su PIB en el sistema de salud pública.
El investigador estima que la crisis de diabetes que disparará aún más el covid-19 tendrá un gran impacto en materia de productividad y discapacidad, debido a que muchos enfermos dejaron de atenderse en hospitales por temor a ser contagiados por el coronavirus.
Muertes, comorbilidades y covid-19
Del total de defunciones confirmadas por covid-19 en México, 73 % presentaban por lo menos un tipo de comorbilidad, según datos oficiales procesados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) al 17 de diciembre. En muchos casos registrados, los difuntos presentaban más de una comorbilidad.
De los mexicanos muertos por coronavirus, 43 % de los casos padecían hipertensión; 37 % diabetes; 25 % obesidad y 8 % tabaquismo.
Un problema que se detonó desde mediados de la década de 1980 como consecuencia de cambios en los patrones de vida de los mexicanos, con un incremento en el consumo de alimentos altamente procesados ricos en calorías y un mayor sedentarismo.
Este fenómeno ocasionó que los casos de diabetes e hipertensión se duplicaran en los últimos 30 años.
Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición revelan que el porcentaje de población con diabetes en México pasó de 6,7 % en 1993 a 14,4 % en 2018. De manera similar, la prevalencia de casos de hipertensión se duplicó, al pasar de 23,8 % en 1993 a 45,6 % en 2016.
La diabetes mellitus es una enfermedad que padecen alrededor de 8,6 millones de personas en México, que ocupa la sexta posición a nivel global con más diabéticos, detrás de China, India, EE.UU., Paquistán y Brasil, según datos de la Federación Internacional de Diabetes.
En 2019, esta enfermedad fue la segunda causa de muerte en México, tras cobrar la vida de 104.354 personas. Una cifra cercana a los casi 118.202 fallecidos confirmados por covid-19 que registró el país hasta el 20 de diciembre, de los cuales más de una tercera parte padecían diabetes.
Obesidad y comida chatarra
De este modo, el crecimiento de las enfermedades crónicas, sumadas al deterioro del sector salud, es uno de los factores que permitirían comprender el alto número de muertos registrados en México durante la pandemia de covid-19.
«El sistema de salud no ha sido efectivo para controlar la pandemia de obesidad, diabetes e hipertensión. Antes del covid-19, este ha sido el ‘coco’ del sistema de salud. Tenemos que asumir que no hemos sido efectivos como sistema de salud para poder resolver los retos que conllevan estas enfermedades», señala Arredondo.
El experto indica, sin embargo, que el crecimiento de la obesidad y la diabetes no son responsabilidad exclusiva del sector salud, ya que detrás de este problema está un cambio arraigado en los patrones de consumo de los mexicanos.
«No sólo tenemos que ver la conducta del sistema de salud, sino la conducta de la población», advierte Arredondo.
En el libro ‘Obesidad en México’, una serie de expertos señalan que la pandemia de sobrepeso en el país está asociada a una serie de cambios culturales vinculados al proceso de globalización, debido a que los mexicanos cambiaron su dieta tradicional por alimentos ricos en carbohidratos, grasas y azúcares, de la mano de un «liberalismo comercial extremo» que ha impulsado un consumo masivo de estos productos a través de fuertes campañas de publicidad.
A pesar de que en México la obesidad ha sido un problema en aumento, fue apenas en 2020 que se implementó un nuevo sistema de etiquetado en los productos industrializados con el fin de advertir a la población sobre el contenido de los alimentos que consume. Una medida que estuvo detenida durante varios años en el Congreso, debido a la presión de las grandes refresqueras y las empresas vendedoras de ‘comida chatarra’.
Según datos de Naciones Unidas, México es el país es el mayor consumidor en América Latina de productos ultraprocesados, incluidas las bebidas azucaradas.
Reconversión del sector salud
Por otro lado, Arredondo considera que la pandemia de covid-19 ha sido un parteaguas que ha permitido posicionar el tema del sector salud en un nivel prioritario en términos de políticas públicas, como no se había visto en la historia reciente.
«La pandemia dejó muy en evidencia que no contamos con todos los profesionales de la salud que se requieren, y que tampoco contamos con infraestructura en materia hospitalaria e insumos», señala el especialista en salud pública.
«A partir de la covid-19 se empieza a retomar la salud como algo prioritario porque no hay opción. Entonces las deficiencias y las carencias se tratan de resolver. La covid-19 es un parteaguas que viene a fortalecer toda la política de salud», agrega el experto.
En este sentido, Arredondo considera adecuado el replanteamiento que ha hecho el Gobierno para lograr una cobertura universal en servicios de salud, al recentralizar los servicios de salud en el país, luego de que muchos hospitales estatales fueron usados como «caja chica» de varios gobernadores con fines electorales.
«Es muy pertinente y relevante el planteamiento que se está haciendo. Desafortunadamente, no está siendo acompañado de los recursos que se requieren», concluye el investigador, quien considera que se necesitan cambios estructurales más profundos para que México pueda lograr un sistema de salud unificado que pueda combatir por igual la pandemia de covid-19 y la otra pandemia de obesidad, diabetes e hipertensión que ha puesto en jaque al país latinoamericano.
Fuente: actualidad.rt.com