Detalles al hablar podrían dar pistas sobre el desarrollo del Alzheimer en pacientes
Las pausas, las muletillas, al alargado de las palabras y otros hábitos pueden ser un indicio de una declinación mental, que a su vez puede desembocar en el mal de Alzheimer, según un estudio publicado recientemente.
Investigadores solicitaron a personas que describiese lo que se les mostraba en sesiones filmadas con dos años de diferencia.
En aquellos con un principio de trastornos cognitivos se notó un deterioro de la forma de expresarse mucho más acentuado que en aquellos sin los síntomas. «Comprobamos que hay ciertos aspectos del lenguaje que son afectados antes de lo que pensábamos», antes o al mismo tiempo que surgen los problemas de memoria, señaló uno de los impulsores del estudio, Sterling Johnson, de la Universidad de Wisconsin-Madison.
Sin embargo, los científicos llaman a no alertar a la población. Mucha gente alarga palabras y tiene problemas para recordar nombres, sin que eso implique que sufre de algún trastorno mental o cognitivo. «Es algo normal de la edad, cosas que uno puede recordar más tarde y que no van a afectar una conversación», expresó otra participante en el estudio, Kimberlay Mueller.
«La diferencia aquí es que ocurre con más frecuencia en un breve período», interfiere con las comunicaciones y se agrava con el tiempo. Durante el estudio, las personas con riesgo de desarrollar esta patología mostraron un deterioro más acelerado en la expresión de ideas y en la fluidez con que se expresaban. Utilizaban más pronombres como «eso» o «ellos» en lugar de nombres específicos para aludir a cosas o personas, empleaban oraciones más cortas y les tomaba más tiempo expresar lo que querían decir. «Todos esos son indicios de problemas con todos los datos que procesa el cerebro», señaló Julie Liss, experta en el lenguaje de la Universidad Estatal de Arizona.
Fuente: AP