Descubren prometedor tratamiento para cáncer de mama que impide enlace entre células sanas y las tumorales

Investigadores del Grupo de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), colaborando con el Instituto Garvan de Investigación Médica y el Centro de Biología del Cáncer (ambos de Australia), han identificado un tratamiento potencial prometedor para el cáncer de mama, que se dirige a las células no cancerosas dentro de los tumores en lugar de al cáncer en sí.

Trabajando principalmente en modelos de enfermedad de ratón, y también en personas (a través de un ensayo clínico de Fase I), han demostrado que los tumores de mama triple negativos, que son los más agresivos y tienen la menor cantidad de opciones de tratamiento, algún día podrían tratarse con un medicamento que corta las ‘líneas de comunicación’ entre las células normales y las tumorales.

En su trabajo, que acaba de publicarse en la revista ‘Nature Communications’, recogido por Europa Press, los doctores Auréli Cazet y Mun Hui colaboraron con otro profesor, Alex Swarbrick, para investigar el papel de las células no cancerosas que, junto con las células cancerosas, son parte de cada tumor mamario. Así, analizaron la producción genética de miles de células individuales dentro del tumor.

Hallaron que las células cancerosas envían señales a las células vecinas no cancerosas (conocidas como fibroblastos asociados al cáncer o CAF). Y los CAF responden: devuelven sus propias señales que ayudan a las células cancerosas a volverse resistentes a los medicamentos y entran en un estado peligroso que los investigadores llaman ‘stem-like’.

Los investigadores interrumpieron la línea directa entre los CAF y las células cancerosas mediante el uso de un medicamento llamado SMOi, que se dirige a los CAF y les impide empujar las células tumorales hacia un estado similar a ‘stem-like’. En modelos de ratón con cáncer de mama triple negativo, el tratamiento con SMOi redujo la diseminación del cáncer, ralentizó el crecimiento tumoral, aumentó la sensibilidad a la quimioterapia y mejoró la supervivencia.

Tras el éxito en ratones, Swarbrick trabajó con el GEICAM para llevar a cabo un ensayo clínico de Fase I en 12 pacientes avanzados con cáncer de mama triple negativo, que habían recaído después de haber sido tratados previamente con quimioterapia. Los pacientes recibieron SMOi junto con un medicamento de quimioterapia estándar (docetaxel) para determinar si la combinación fue tolerada por los pacientes.

Si bien el tratamiento de combinación no detuvo la progresión del cáncer en nueve pacientes, la enfermedad se estabilizó en dos pacientes y los tumores desaparecieron por completo en un paciente. “La combinación de SMOi más docetaxel produjo una reducción del tumor en algunas personas con cáncer de mama triple negativo, de quienes no se esperaba que tuvieran tales respuestas solo con docetaxel. El desafío ahora es la identificación de las características moleculares de los pacientes con mayor probabilidad de responder a la combinación”, dice el profesor Miguel Martin, presidente de GEICAM e investigador principal del ensayo.

“Observamos que los participantes en el ensayo que respondieron mejor al tratamiento fueron los que presentaron pruebas de los niveles más altos de comunicación entre los CAF y las células tumorales. Este es un hallazgo preliminar, pero es emocionante, porque sugiere que podría ser posible en el futuro identificar a los pacientes que responderían mejor a este enfoque”, añade Hui.

Los ensayos clínicos de Fase I en un pequeño número de pacientes ya están completos, y Swarbrick y sus colaboradores médicos están trabajando actualmente en el diseño y financiación de ensayos de Fase II para probar la efectividad de este tratamiento en un grupo más grande de pacientes. En paralelo, Swarbrick tiene planes para investigar el cáncer de próstata, “donde la misma comunicación puede estar sucediendo”.

“Tenemos evidencia clínica preliminar de que dirigir la línea directa entre las células cancerosas y los CAF puede ser eficaz en el cáncer de mama, pero ciertamente esperamos que esta estrategia tenga aplicaciones en otros tipos de cáncer. También esperamos que esta historia alentará a los demás a buscar respuestas de la célula tumoral”, concluye Swarbrick.

Fuente: antena3.com