Una nueva investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri, en colaboración con la Universidad de Carolina del Sur y la Universidad de Stanford, en EEUU, sugiere que la estimulación magnética transcraneal (TBS) puede tratar la dependencia de la nicotina al reducir las ansias de fumar.
El estudio, publicado recientemente en ‘Biological Psychiatry CNNI’, señala que la TBS de explosión theta –es decir pulsos de campo magnético fuertes y que fluctúan rápidamente afectando a la actividad cerebral– puede conducir a un mejor autocontrol, una reducción de los antojos y, como resultado, fumar menos.
Las personas con dependencia de la nicotina tienden a tener diferencias estructurales y funcionales significativas en el cerebro, en comparación con los no fumadores sanos. Se ha demostrado que fumar cigarrillos se asocia con menos materia gris, lo que significa que tienen menos neuronas y otras células en el cerebro.
Las investigaciones sugieren que estas diferencias pueden afectar el control inhibitorio (CI), que es nuestro control sobre los impulsos automáticos y la respuesta a los estímulos, lo que permite a los humanos detener una reacción impulsiva ante algo.
«Tener dificultades con la CI puede hacer que sea más difícil evitar fumar cuando surge la necesidad, en respuesta a todas las señales y contextos del entorno que desencadenan el comportamiento de encender un cigarrillo», señala el autor principal, Brett Froeliger, profesor de Psiquiatría.
La estimulación magnética se ha utilizado para tratar otras enfermedades y trastornos mentales. TBS se refiere a cuando se aplican pulsos magnéticos al cerebro en ráfagas de tres y vienen en dos formas: TBS continuo (cTBS) y TBS intermitente (iTBS). cTBS consiste en aplicar estas tres ráfagas repetidamente durante 40 segundos, mientras que iTBS aplica el mismo número de pulsos de forma irregular durante más de 190 segundos.
El cTBS se ha probado experimentalmente para tratar el trastorno de ansiedad generalizada, mientras que el iTBS para la corteza prefrontal dorsolateral izquierda (una parte del cerebro responsable de los procesos cognitivos) está aprobado por la Agencia Norteamericana del Medicamento (FDA, pos sus siglas en inglés) para tratar el trastorno depresivo mayor.
El estudio involucró a 37 participantes, en su mayoría de 40 años, y examinó los efectos de cTBS e iTBS en la circunvolución frontal inferior derecha, una región del cerebro muy involucrada con la CI. Los investigadores descubrieron que el cTBS mejoraba la CI, mientras que tanto el cTBS como el iTBS reducían los antojos y, posteriormente, el tabaquismo.
«Identificar tratamientos que mejoren la CI puede ayudar a reducir el tabaquismo y potencialmente ayudar a prevenir la recaída después de que una persona intenta dejar de fumar. Los tratamientos que mejoran la CI también pueden ayudar a interrumpir el ciclo de consumo de drogas entre personas con otros trastornos por consumo de sustancias; sin embargo, se necesita más investigación para examinar el valor clínico del TBS para el tratamiento de los trastornos por uso de sustancias», señala Froeliger.
Fuente: infosalus.com