Científicos revelan la relación entre el metabolismo celular y la propagación del cáncer
Científicos de la Universidad Católica de Lovaina y VIB, en Bélgica, dirigidos por el profesor Massimiliano Mazzone, han descubierto un factor crucial en la propagación del cáncer. Han demostrado que el metabolismo de los macrófagos, un tipo particular de célula blanca de la sangre, puede estar sintonizado para evitar la propagación del cáncer.
La clave está en la fabricación de estos macrófagos más propensos a «robar» azúcar de las células que forman los vasos sanguíneos del tumor. Como resultado, estos vasos sanguíneos se estructurarán más fuertemente, lo que puede evitar que las células de cáncer se propaguen a otros órganos, como detallan los investigadores en un artículo publicado en ‘Cell Metabolism’.
Los macrófagos son tipos de glóbulos blancos que atacan a los microorganismos extraños y eliminan las sustancias nocivas en el cuerpo, por lo que son una parte esencial del sistema inmune. Los macrófagos también pueden desempeñar un papel negativo en la biología del cáncer.
De hecho, los tumores contienen una gran cantidad de macrófagos específicos que juegan un papel decisivo en la formación de vasos sanguíneos. En los tumores, estos vasos tienen tradicionalmente una acumulación caótica y disfuncional y como resultado, las células cancerosas son más propensas a escapar a través de los vasos, entrar al torrente sanguíneo e invadir otros órganos.
Aunque las propiedades de los macrófagos ya se han estudiado ampliamente, se desconocía si el cambio de su metabolismo impactaría en sus funciones. El equipo del profesor Mazzone y el doctor Mathias Wenes investigó el bloqueo de un gen específico llamado REDD1 en los macrófagos, el cual estimuló la glucólisis de las células, el proceso por el cual el azúcar se convierten en energía.
Hiper-activación celular por la glucosa
«El suministro de glucosa a un tumor tiene un efecto negativo, comparable a dar demasiado azúcar a un niño: provoca hiper-activación de muchos compartimentos celulares. Más específicamente, las células que están formando los vasos sanguíneos se descontrolan por esta sobrecarga de glucosa. Rápidamente se forma una red de vasos caótica e irregular típica del cáncer», explica el Mazzone, de VIB-KU Leuven.
Al cambiar el metabolismo de los macrófagos, en realidad se crea una «competición de glucosa» entre los macrófagos y los vasos sanguíneos del tumor. Como resultado, los macrófagos pueden comer la glucosa en lugar de las células de los vasos sanguíneos. Debido a que estos últimos ya no están más estimulados, son capaces de crear vasos de una manera más suave. Esto forma una barrera de vasos estructura y fuerte alrededor del tumor, evitando que las células del cáncer escapen al torrente sanguíneo e invadan órganos distantes», añade.
El equipo de Mazzone trabajó con el laboratorio del profesor Peter Carmeliet (VIB-KU Leuven), especializado en la formación de vasos sanguíneos, y con Bart Ghesquière (VIB-KU Leuven), un destacado experto en metabolismo. Juntos investigaron las consecuencias de los inhibidores de mTOR, medicamentos contra el cáncer dirigidos a reducir el crecimiento de los tumores existentes.
«Estos inhibidores de mTOR son sólo parcialmente eficaces para los pacientes. En ratones, vimos que estos fármacos a veces pueden aumentar la propagación del cáncer, ya que impiden la glucólisis en los macrófagos. Por ello, actualmente estamos examinando si podríamos utilizar nuestros hallazgos para predecir la resistencia de las personas a los inhibidores de mTOR», adelanta Mazzone.
Fuente: Europa Press