Científicos reproducen el momento exacto en el que el coronavirus COVID-19 infecta un huésped humano
Mientras los gobiernos de diferentes países se afanan en impedir que la neumonía COVID-19 provocada por el virus SARS-CoV-2 se convierta en algo permanente, un equipo de científicos acaba de crear una imagen en alta definición de cómo el virus ataca a las células.
El nuevo coronavirus comparte el 80% de su genoma con el SARS-CoV responsable del brote de neumonía SARS de 2003. De hecho ambos atacan el mismo receptor celular: el ACE2 o enzima de Angiotensina. Un equipo de científicos liderados por Renhong Yan, del Centro de Estudios Avanzados de Hangzhou, en China ha logrado “fotografiar” ese ataque reproduciendo el comportamiento de la proteína con y sin el coronavirus adherido a ella. El hallazgo ayudará a entender como el virus reconoce e infecta a sus células anfitrión.
Como otros estudios de su clase, este se basa en microscopía fría de electrones, una técnica que permite recrear imágenes del virus a escala atómica. Los investigadores concentran el virus y la proteína y después enfrían el líquido en el que flotan ambas. Finalmente bombardean el conjunto con electrones que crean proyecciones bidimensionales. Esas proyecciones se pueden combinar para crear un modelo detallado.
Los invstigadores se centraron en la proteína de la membrana celular ACE2 porque se encuentra en los pulmones, corazón, riñones e intestinos. La ACE2 se encarga de regular una hormona que controla la constricción de los vasos sanguíneos y la presión arterial, pero también es el objetivo de los virus SARS. Un estudio reciente demostró que una proteína determinada del nuevo coronavirus tiene una afinidad aún mayor por la ACE2 que el SARS, lo que podría explicar porque el COVID-19 es tan contagioso. La pega es que que los científicos aún no han caracterizado por completo la estructura de la ACE2.
La nueva imagen en alta resolución permite ver como el SARS-CoV-2 se une a estas proteínas y hasta los aminoácidos específicos a cargo de esta interacción. Armados con este conocimiento, los investigadores pueden diseñar terapias que impidan que el virus causante del COVID-19 se una a sus células anfitrion.
Fuente: es.gizmodo.com