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Científicos japoneses logran primer trasplante de células madre para tratar infartos

Los investigadores lograron reprogramar en el laboratorio algunas células que se conviertan en células musculares cardíacas y que pueden regenerar un tejido dañado

Un grupo de científicos japoneses de la Universidad de Osaka aseguró, a The Japan Times, que logró realizar el primer trasplante exitoso de células madre reprogramadas para tratar un infarto en un paciente.

La operación fue hecha por un equipo de la Universidad de Osaka liderado por el cirujano cardiovascular Yoshiki Sawa en el marco de un estudio clínico para comprobar la efectividad y seguridad del tratamiento en un paciente con insuficiencia cardíaca grave.

Con este paso, los investigadores colocaron la primera piedra para una de las técnicas más prometedoras de la medicina moderna y relacionada con el ataque al corazón y donde la tasa de sobrevivencia del paciente no sobrepasa el 20% de los casos.

Regenerar el tejido dañado

La operación consistió en el trasplante de una lámina de tejido muscular cardíaco obtenido artificialmente a partir de células iPS que se trasplantó a las áreas afectadas del corazón.

Ahora, los científicos lograron emplear células madre reprogramadas genéticamente para reparar el daño causado por los infartos.

Las células iPS, del inglés, células madre pluripotentes inducidas, son células capaces de diferenciarse en cualquier tipo celular con los estímulos necesarios. Todas las células de nuestro cuerpo, grosso modo, tienen el mismo material genético y cumplan una función específica.

Pero, los científicos japoneses lograron reprogramar en el laboratorio algunas células que se conviertan en células musculares cardíacas y que pueden regenerar un tejido dañado, indica Fayer Wayer.

Las células reprogramadas son las que se trasplantan al corazón.

Células madre sanas

En los infartos y otras enfermedades cardíacas, el tejido del corazón se muere, perdiendo fuerza o ritmo, provocando mayor incidencia de problemas cardiovasculares y resultando potencialmente letal a la larga.

Para solucionarlo se suelen incluir marcapasos. Con el trasplante de estas células “madre” cardíacas y sanas se espera poder recuperar todo el tejido, o en su gran mayoría y así mejorar la capacidad de respuesta del paciente.

Los investigadores esperan contar con bancos de células propias sanas de las personas para ser reprogramadas. Esto permitiría un menor rechazo del paciente, mitigando las reacciones adversas.

Las células iPS ya se han utilizado en Japón para realizar pioneros trasplantes de retina o para fabricar fármacos para tratar una enfermedad ósea extremadamente rara y de origen genético.

Fuente: elimparcial.com.mx