Científicos españoles crean moléculas que corrigen defecto genético del autismo

Investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM) en Madrid han diseñado moléculas sintéticas capaces de corregir en el laboratorio una alteración del gen CPEB4 asociada al autismo. Los oligonucleótidos antisentido, ya patentados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), actúan sobre cultivos celulares y abren nuevas perspectivas para futuras investigaciones con potencial terapéutico.

La alteración afecta a aproximadamente una de cada 100 personas con trastornos del espectro autista, especialmente en casos de autismo idiopático donde no se identifica una causa genética clara. El defecto impide la inclusión correcta de un microexón de 24 nucleótidos en el gen CPEB4, una proteína que regula otros genes cerebrales esenciales. Un estudio previo del mismo equipo publicado en la revista Nature ya había demostrado este problema en el procesamiento del ARN.

El equipo liderado por Lourdes Ruiz Desviat y José Javier Lucas desarrolló estas moléculas tras un exhaustivo análisis. Ainhoa Martínez, primera autora del artículo publicado en NAR Molecular Medicine, explicó el proceso: «Hicimos un barrido de las secuencias genómicas que flanquean el microexón de CPEB4 y diseñamos oligonucleótidos antisentido candidatos a modificar la inclusión de estos 24 nucleótidos». La investigadora señaló que inicialmente encontraron moléculas con el efecto contrario, pero que les permitieron comprender mejor los mecanismos biológicos «algo que aún no se conoce por completo».

Mecanismo y aplicación

Las moléculas exitosas actúan ralentizando el procesamiento del ARN. Ruiz Desviat detalló: «Es una manera de ralentizar el procesamiento del ARN, de manera que da más opciones a las neuronas para que acaben incluyendo el microexón». La investigadora confirmó que «estas moléculas sí tienen el potencial terapéutico deseado y ya han dado lugar a una patente».

José Javier Lucas advirtió sobre el camino pendiente: «Esto es solo la prueba de concepto en un modelo celular. Por primera vez tenemos unas moléculas capaces de corregir la alteración molecular observada en el cerebro de individuos con autismo idiopático, pero falta mucho para que esto pueda ser una terapia». El equipo debe ahora realizar estudios preclínicos en modelos animales para demostrar la capacidad de estas moléculas de llegar al cerebro y producir el mismo efecto. La aplicación futura podría extenderse más allá del autismo, ya que los investigadores observaron una alteración equivalente en la esquizofrenia.

Fuente: upday.com

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