Una superbacteria de la malaria pone en riesgo el control de la enfermedad

La superbacteria de una de las variantes más severas de malaria resistente a los medicamentos se ha consolidado en zonas del Sudeste de Asia y amenaza los esfuerzos para controlar y erradicar la enfermedad en todo el mundo, han informado fuentes científicas.

El parásito Plasmodium falciparum, resistente a la artemisina, el principal tratamiento contra la enfermedad, y a su complemento, la piperaquina, se propaga desde Camboya hacia el noreste de Tailandia y sur de Laos, según un estudio de la unidad de investigación de las universidades de Oxford y Mahidol, en Bangkok.

“Vemos que este linaje del parásito, muy resistente, emerge, supera a sus pares y se propaga por una amplia zona”, ha asegurado el director del estudio y de la unidad de investigación, Arjen Dondorp, en un comunicado. “Esperamos que estas evidencias sirvan para destacar la urgencia de eliminar la malaria en la región de Asia antes de que el falciparum se convierta en intratable”, añade.

Los autores de la investigación han alertado del riesgo de que este parásito se propague hacia el subcontinente indio y África subsahariana, lo que supondría un “desastre de salud pública global”. La mitad de la población mundial está expuesta a una infección por malaria, una enfermedad cuya mortalidad se ha reducido en los últimos años pero que sigue causando 429.000 muertes cada año -el 70 % de ellos niños-, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Medicamentos basados en la artemisina

Los medicamentos basados en la artemisina son de momento los únicos disponibles para tratar la malaria. Desde 1950, en la zona del oeste de Camboya el parásito de la malaria desarrolló la resistencia a la cloroquina y a su sustituto, la sulfodoxina pirimetamina (SP), cuya expansión a África causó un aumento de la mortalidad por esa enfermedad.

El estudio, publicado en The Lancet Infectious Diseases, alerta del riesgo de que este patrón de propagación de la resistencia se repita de nuevo y llama a intensificar los programas de control de la enfermedad. “Estamos perdiendo una peligrosa carrera para eliminar el falciparum resistente a la artemisina antes de que la propagación de esta resistencia a los antimaláricos lo haga imposible”, ha dicho el coautor del estudio, Nicholas White.

El estudio, basado en análisis de sangre a pacientes de Camboya, Laos, Tailandia y Birmania (Myanmar), ha encontrado que una mutación de un linaje del parásito resistente, C580Y, se ha propagado en los primeros tres países y reemplazado a otras variantes de parásito.

Según los autores, el C580Y no muestra una mayor resistencia a los medicamentos que otras mutaciones pero, en cambio, es más fuerte, más transmisible y se propaga de forma más amplia.

Fuente: rtve.es / EFE