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Un ‘ojo’ espacial capta 750 fuentes de emisiones de gases invernadero

El espectrómetro de imágenes EMIT de la NASA fue diseñado originalmente para mapear 10 minerales clave en la superficie de las regiones áridas del mundo

Un instrumento instalado hace 16 meses en la Estación Espacial Internacional ha identificado más de 750 fuentes de emisiones de metano, el potente gas de efecto invernadero, por todo el planeta.

El espectrómetro de imágenes EMIT de la NASA fue diseñado originalmente para mapear 10 minerales clave en la superficie de las regiones áridas del mundo. Esas observaciones, que ya están disponibles para los investigadores y el público, ayudarán a mejorar la comprensión de cómo el polvo que se eleva a la atmósfera afecta el clima.

La detección de metano no era parte de la misión principal de EMIT (Earth Surface Mineral Dust Source Investigation), pero los diseñadores del instrumento esperaban que el espectrómetro de imágenes tuviera esa capacidad. Ahora, con más de 750 fuentes de emisiones identificadas desde agosto de 2022 (algunas pequeñas, otras en ubicaciones remotas y otras persistentes en el tiempo), el instrumento ha cumplido con creces en ese sentido, según un nuevo estudio publicado en Science Advances.

“Al principio éramos un poco cautelosos sobre lo que podíamos hacer con el instrumento”, dijo en un comunicado Andrew Thorpe, tecnólogo investigador del equipo científico EMIT en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y autor principal del artículo. “Ha superado nuestras expectativas”.

Al saber de dónde provienen las emisiones de metano, los operadores de vertederos, sitios agrícolas, instalaciones de petróleo y gas y otros productores de metano tienen la oportunidad de abordarlas. El seguimiento de las emisiones de metano causadas por el hombre es clave para limitar el cambio climático porque ofrece un enfoque rápido y de costo comparativamente bajo para reducir los gases de efecto invernadero. El metano permanece en la atmósfera durante aproximadamente una década, pero durante este lapso es hasta 80 veces más poderoso para atrapar el calor que el dióxido de carbono, que permanece durante siglos.

EMIT ha demostrado ser eficaz para detectar fuentes de emisión tanto grandes (decenas de miles de libras de metano por hora) como sorprendentemente pequeñas (hasta cientos de libras de metano por hora). Esto es importante porque permite identificar un mayor número de “superemisores”, fuentes que producen proporciones desproporcionadas de las emisiones totales.

El nuevo estudio documenta cómo EMIT, basándose en sus primeros 30 días de detección de gases de efecto invernadero, puede observar entre el 60% y el 85% de las columnas de metano que normalmente se ven en las campañas aéreas.

Fuente: europapress.es