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Tres preguntas sin respuesta sobre la moneda virtual de Facebook

No es el acontecimientos relacionado con las criptomonedas más destacado de la historia, pero el lanzamiento de una red de prueba de Facebook para su nueva moneda digital, llamada Libra, ha sido el más mediático de todos. También ha dividido a los seguidores de las criptomonedas. Algunos piensan que es algo bueno para la criptoindustria; a otros no les gusta el hecho de que una gran empresa tecnológica parezca estar acaparando una tecnología que se suponía que ayudaría a las personas a evitar a las grandes compañías como esa. Hay otros que aún dicen que ni siquiera es una verdadera criptomoneda.

Si dejamos aparte el bombo y la controversia, surgen al menos tres preguntas importantes que habría que formular en este momento.

1 ¿Es Libra realmente una criptomoneda?

Bueno, eso depende de cómo se defina criptomoneda. Libra se ejecutará en la cadena de bloques (blockchain), pero estará muy lejos de Bitcoin.

Para empezar, no será un activo puramente digital con un valor fluctuante, sino que más bien estará diseñado para mantener un valor estable. Siguiendo la línea de otras criptomonedas estables llamadas stablecoins (ver ‘Stablecoins’: la clave para que las criptomonedas dominen las finanzas), estará «totalmente respaldada por los depósitos bancarios y tesorerías de bancos centrales de alta calidad» de acuerdo a un nuevo estudio (.pdf) en el que se describe este proyecto.

Más allá de eso, la red de Bitcoin no necesita ningún permiso, sino que es pública, lo que significa que cualquier persona con una conexión a internet y un tipo adecuado de ordenador puede ejecutar el software de la red, ayudar a validar nuevas transacciones y minar nuevas monedas añadiendo nuevas transacciones a la cadena.

Juntos, estos ordenadores mantienen a salvo de la manipulación los datos de la red. La red de Libra no funcionará de esa manera. En lugar de eso, ejecutar un «nodo validador» requiere permiso. Para empezar, Facebook ha registrado a docenas de empresas, entre ellas Mastercard, Visa, PayPal, Uber, Lyft, Vodafone, Spotify, eBay y la popular empresa argentina de comercio electrónico MercadoLibre para participar en la red que validará las transacciones. Cada uno de estos «miembros fundadores» ha invertido casi 9 millones de euros en este proyecto.

Eso, obviamente, va en contra de la tan popular ideología pro descentralizadora entre los entusiastas de las criptomonedas. La estructura de poder distribuido de las redes públicas como Bitcoin y Ethereum les da una calidad que muchos puristas consideran esencial para cualquier criptomoneda: la resistencia a la censura. Es extremadamente difícil y costoso manipular los registros de transacciones de las redes populares que no necesitan permisos. Las redes como la que Facebook ha descrito para Libra son más vulnerables a la censura y la centralización del poder, ya que tienen un número relativamente pequeño y limitado de accionistas que podrían comprometerse o unirse para atacar la red.

Pero esto es solo un «punto de partida», afirma Facebook. «Nuestra ambición es que la red de Libra se convierta en una que no necesitan permisos», escriben los autores de la descripción técnica de Libra. «El desafío es que a día de hoy no creemos que haya una solución comprobada que pueda ofrecer la escala, la estabilidad y la seguridad necesarias para apoyar a miles de millones de personas y transacciones en todo el mundo a través de una red que no necesita permisos».

2 ¿Puede hacer Libra que blockchain se ponga de moda?

Sí, el problema es la escalabilidad. Las actuales cadenas de bloques públicas consumen demasiada energía (ver Minar bitcoins puede emitir tanto CO2 al año como toda Kansas City) y procesan las transacciones con demasiada lentitud para provocar una demanda general. Y es probablemente el mayor obstáculo para la adopción de las criptomonedas. Es por eso que Facebook decidió no usar la «prueba de trabajo,» el proceso que utiliza Bitcoin para llegar a un acuerdo entre los nodos de la cadena de blockchain, por el «bajo rendimiento y altos costes energéticos (y medioambientales)».

El problema de la escalabilidad también es la razón por la cual los investigadores de Ethereum están trabajando en conseguir un nuevo sustituto más eficiente para la prueba de trabajo, basado en un enfoque alternativo llamado «prueba de participación». En vez de aportar a la red grandes cantidades de potencia de cálculo, como hacen los mineros en los sistemas de prueba de trabajo, los verificadores de la prueba de participación aportarían grandes cantidades de dinero. Bloquean esta «participación» y se arriesgan a perderla si se portan mal.

El enfoque promete ayudar a la escala de las cadenas de bloques públicas, que es la razón por la que Facebook dice que quiere que la criptomoneda Libra también utilice la prueba de participación.

Pero su implementación ha resultado ser un desafío: probablemente pasarán años antes de que Ethereum esté listo para cambiarlo. Mientras tanto, Facebook ha creado la Asociación Libra, un consorcio que incluye a los verificadores aprobados en la red para gobernar y desarrollar el sistema.

¿Podrían los investigadores de Libra acelerar el desarrollo de la prueba de participación? Ethereum aspira a ser una organización descentralizada que reorganiza la estructura corporativa, pero eso ha dificultado el cumplimiento de algún objetivo técnico. Una de las primeras directivas de la Asociación Libra es averiguar cómo hacer la transición a un sistema sin necesidad de autorización.

Según el libro blanco de Libra, eso supondrá un cambio a la prueba de participación del protocolo de consenso más convencional para empezar, una transición que se supone que comenzará en cinco años. (En la presentación del lanzamiento, su sistema podrá procesar 1.000 transacciones por segundo, mucho más rápido que Bitcoin, que solo puede procesar un puñado por segundo).

Si la lista de empresas financieras y tecnológicas poderosas derrotan a Ethereum en la prueba de participación, sería irónico: se supone que las cadenas de bloques públicas deberían afectar a las Big Tech, y no al revés.

3 ¿Qué es lo que gana Facebook con todo esto?

La respuesta a la mayor pregunta de todas todavía no está clara. El supervisor del proyecto de Libra para Facebook, David Marcus, explicó a Decrypt que los datos financieros y sociales no se «combinarían», y que los usuarios pueden mantener sus carteras digitales separadas de sus perfiles de Facebook. También negó los rumores de que la inversión de casi 9 millones de euros permitiera que las empresas de validación accedieran a los datos de las transacciones.

Entonces, ¿cómo ganará dinero Facebook? ¿Y cuál es el incentivo para que las entidades se unan como nodos de validación? (Libra quiere aumentar el número de nodos de 28 a 100 en el momento en el que la moneda se lance realmente en 2020). Tal vez haya ingresos que se generarán a través de las tarifas de transacción. Si la moneda se vuelve popular, será algo excelente para la marca de Facebook y, en teoría, las empresas que participan en la red verán cómo surgen nuevos tipos de oportunidades comerciales.

Pero eso es una gran interrogante. Muchos de los proyectos de blockchain muy promocionados no cumplieron con las expectativas y, a pesar de varios intentos, nadie ha podido convencer a los usuarios tradicionales de que utilicen la criptomoneda para pagar por sus compras. Ahí podría ser donde la escala masiva de Facebook y la base de miles de millones de usuarios en Facebook, WhatsApp e Instagram entren en juego.

Conseguir que la red funcione es solo una parte de la batalla. Mantenerla en funcionamiento requerirá el desarrollo de un sistema justo de gobierno, algo con lo que casi todas las comunidades de blockchain han tenido dificultades. Los usuarios también necesitarán razones de peso para guardar y gastar esta criptomoneda.

Además de todo eso, ¿Facebook va en serio cuando habla de lograr la descentralización y convertirse en una criptomoneda «real»? Tal vez el hecho de que haya hablado a bombo y platillo la descentralización es simplemente una forma de compensar el terrible historial de privacidad de la empresa. Pero, ¿los usuarios exigirán que la moneda esté más descentralizada o a muchos simplemente no les importará?

«Tenemos mucho trabajo que hacer con todos vosotros para conseguir el prototipo que hemos presentado hoy a producción», escribió Marcus en Twitter. «Lo que estamos presentando es solo el comienzo, y hay mucho margen de mejora».

Fuente: technologyreview.es