Antes de que llegue el año 2030, podremos estudiar rocas procedentes de Marte en laboratorios de la Tierra, según pronósticos de la NASA basados en el estudio de un nuevo procedimiento para traer las muestras.

Estas muestras están previstas que se tomen gracias la misión Mars 2020, que será lanzado en julio/agosto de 2020, a bordo de un cohete Atlas V 541 del Complejo de Lanzamiento Espacial 41 en la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral en Florida.

Muestras marcianas

El procedimiento involucraría el lanzamiento de un aterrizador de Marte no antes de 2026, equipado con un vehículo de recolección de muestras y un cohete, conocido como un vehículo de ascenso de Marte. La nave aterrizaría cerca del sitio de aterrizaje de Mars 2020 y enviará a su vehículo para recoger las muestras almacenadas por dicha misión.

Esas muestras se cargarían en el vehículo de ascenso de Marte en el aterrizador, que luego los lanzaría a la órbita de Marte. Un orbitador de recolección de muestras, lanzado por separado, se reuniría entonces y tomaría la muestra para un retorno directo a la Tierra o al espacio cislunar.

Los tres lugares finalistas de aterrizaje para el próximo rover marciano de la NASA incluyen a Noreste Syrtis (una parte muy antigua de la superficie de Marte), el cráter de Jezero (una vez hogar de un antiguo lago marciano), y Columbia Hills (potencialmente hogar de una antigua fuente termal, explorado por el rover Spirit de la NASA).

Fuente: xatakaciencia.com