El profesor y director del departamento de Medicina Clínica de Nuffield College de la Universidad de Oxford, Richard Jonh Cornall, y el profesor e investigador de su departamento Tim Elliott apuntan en una entrevista con EFE la idea de que la pandemia de covid-19 ha dejado aprendizajes aprovechables como la idea de buscar una vacuna para el cáncer.
«El concepto de desarrollar una vacuna contra el cáncer ha pasado de ser ciencia ficción a ser una posibilidad» afirma Elliott en el encuentro mantenido tras firmar un convenio de colaboración con la Universidad de Navarra para investigar y aplicar nuevas técnicas en inmunoterapia a pacientes con cáncer. Es el único convenio activo en este campo que una universidad española firma con la Universidad de Oxford y esta lo hace debido a la infraestructura con la que cuenta Navarra.
Pregunta.- ¿Qué aporta este convenio a la Universidad de Oxford?
Cornall: La Universidad de Navarra nos da algo que nosotros no tenemos, excelencia en el área de trasladar la investigación a la clínica. Así podemos construir algo más grande. Se trata de un intercambio entre Oxford y Pamplona. Vamos a tratar de encontrar un mejor tratamiento para el cáncer y también habrá un intercambio de estudiantes entre ambas universidades.
P.- ¿Qué opinión tienen de los científicos españoles?
Cornall: Son científicos muy buenos y en el área de inmuno-ocología la Universidad de Navarra es especialmente buena. No haríamos este acuerdo si no saliéramos ganando las dos universidades. Además teniendo una persona como el doctor Ignacio Melero supone un plus. En esta materia, la universidad con mayor desarrollo es la de Navarra.
P.- Hay una frase que llama la atención y que la han dicho en la firma del convenio: una de cada dos personas tendrá cáncer.
Elliott: Los estudios que tenemos nos dicen que una de cada dos personas va a tener cáncer. Y entre las que lo van a tener, entre el 50 y el 60 % lo van a tener terminal. Son datos impactantes, es una enfermedad difícil de tratar y hay que estar alerta e invertir en ella.
Pero hay que buscar la parte positiva. Un tercio de los casos se podía haber tratado si se detecta a tiempo. Hay oportunidades y se pueden hacer tratamientos para que la persona conviva con el cáncer. Este acuerdo también va en la línea de la prevención, de encontrar a quienes tienen el riesgo de padecer cáncer.
P.- A largo plazo, el tiempo dirá, pero ¿en qué términos se está empezando a colaborar entre universidades?
Elliott: Hay proyectos en marcha. La inmunoterapia transforma nuestra forma de pensar en tratar el cáncer. Uno de los retos es entender cómo nuestro sistema inmune puede detectar el cáncer, las células cancerígenas y los «targets» en los que se generan. Yo he trabajado en esto durante 35 años. El doctor Melero y yo vamos a trabajar en esto. Lo que vamos a hacer es trasladar la información que tenemos a los laboratorios a la Clínica Universidad de Navarra para poder probarlo con pacientes.
P.- ¿Cómo ha afectado la pandemia a la investigación y tratamiento del cáncer?
Cornall: En cuanto a los pacientes ha habido problemas porque después de la pandemia se han detectado cánceres tardíos. En cuanto a la investigación, todos los esfuerzos se han puesto en la vacuna contra la covid y todo lo demás paró. Este año hemos retomado la actividad.
Durante la pandemia ya colaboramos con la Universidad de Navarra. Ellos nos mandaron muestras de pulmones infectados por covid, gracias a eso se pudieron analizar las muestras porque estas muestras no las podíamos conseguir en Inglaterra, es un buen ejemplo del inicio de nuestra colaboración.
P.- ¿Algo de lo aprendido durante la pandemia es aplicable al tratamiento del cáncer?
Elliott: Muchos investigadores del cáncer pasaron a trabajar para lograr la vacuna contra la covid. Esto ha potenciado la capacidad de creatividad. El concepto de desarrollar una vacuna contra el cáncer ha pasado de ser ciencia ficción a ser una posibilidad. Nos ha cambiado la mentalidad y es uno de los objetivos que tenemos. Las vacunas son diferentes porque se ha trabajado con las ARN y eso es nuevo.
P.- Pero cada cáncer es diferente…
Elliott: Sí. Estamos descubriendo antígenos que se comparten en diferentes cánceres y eso es lo que tenemos que explotar para encontrar esa vacuna. Otra opción es una vacuna personalizada, aunque no sería una opción a corto plazo. Lo ideal sería usar esas vacunas en personas sanas, sin cáncer, pero que sabemos que son potenciales pacientes de cáncer.
Fuente: efe.com