Soldado ucraniano vuelve a caminar con prótesis hecha en la UNAM: la conmovedora historia de Sergey
Un joven de Ucrania que sufrió una amputación por una mina terrestre ha vuelto a caminar gracias a la tecnología de la institución mexicana
Un soldado ucraniano que perdió parte de su pie tras pisar una mina antipersonal durante el conflicto armado en su país.
Hoy, ha logrado recuperar su movilidad gracias a una prótesis desarrollada por un equipo multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sergey, un joven de 25 años, fue atendido en el campus Juriquilla de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), donde especialistas y estudiantes trabajaron durante meses para diseñar y adaptar una prótesis que se ajustara a sus necesidades físicas y funcionales, según UNAM Global.
El inicio de todo
El conflicto que marcó la vida de Sergey comenzó el 24 de febrero de 2022, cuando Rusia inició la invasión a Ucrania.
Sergey, quien trabajaba como electricista en una mina, decidió unirse al ejército de defensa de su país, que hasta febrero de 2025 contaba con 800 mil combatientes, según declaraciones del presidente ucraniano Volodmyr Zelensky.
Durante los tres años de guerra, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha reportado la muerte de 12 mil 600 civiles y más de 29 mil 000 heridos, incluidos 2 mil 400 niños. Además, el conflicto ha dejado a millones de familias sin hogar debido a la destrucción de viviendas.
En noviembre de 2022, mientras cumplía una misión militar en Járkov, una ciudad clave en Ucrania, Sergey sufrió una amputación parcial conocida como tipo Chopart tras pisar una mina terrestre.
Este tipo de dispositivos, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC), están diseñados para causar heridas graves o la muerte al ser activados por una persona, afectando tanto a combatientes como a civiles.
La explosión le dejó únicamente el talón intacto, lo que representó un desafío significativo para los especialistas en prótesis.
Inicialmente, Sergey recibió atención médica en Ucrania, donde fue sometido a cirugía y rehabilitación en un hospital privado financiado por el gobierno.
Sin embargo, las prótesis que le proporcionaron, hechas de un material similar a la resina, no se adaptaron adecuadamente a su cuerpo, lo que limitó su movilidad.
Un poco de esperanza
Poco tiempo después de la falla de la prótesis en su país natal, Sergey ingresó a un programa de vinculación promovido por el gobierno ucraniano y organizaciones no gubernamentales, que lo conectó con la Sociedad Civil Ucraniana en México y la Embajada de Ucrania en este país.
Estas instituciones, junto con el Ministerio de Salud ucraniano, facilitaron su contacto con el equipo de especialistas de la ENES Juriquilla.
El equipo mexicano, liderado por la académica Luisa Alejandra Santos Borráez, incluyó a expertos en fisioterapia, nutrición, medicina y órtesis y prótesis.
Entre los participantes se encontraban la académica Nora Ramírez, la estudiante Aleida Cisneros, y otros alumnos como Adrián Pastrana, Andrea Peña, Daniel Rodríguez y Andrea Torres.
Uno de los principales retos fue superar las barreras del idioma y la distancia, para lo cual se utilizaron traductores voluntarios y herramientas tecnológicas. Sergey llegó a México en noviembre de 2024, con una prótesis que no se ajustaba a sus medidas debido a la pérdida de peso que había experimentado.
El proceso de rehabilitación comenzó con una valoración integral para determinar el tratamiento adecuado.
Según explicó Santos Borráez, el equipo evaluó las condiciones físicas de Sergey, incluyendo su bajo peso y la necesidad de fortalecer su musculatura y equilibrio. Posteriormente, se diseñó una prótesis de prueba utilizando fibra de carbono, que fue ajustada y alineada hasta que el paciente se sintió cómodo.
Este procedimiento, que incluyó la fabricación de moldes y el termoformado del socket, tuvo una duración de cuatro meses.
Además de la rehabilitación física, el programa incluyó actividades culturales y lúdicas para apoyar la recuperación psicológica y emocional de Sergey.
Esta aproximación integral fue una de las razones por las que las autoridades ucranianas eligieron colaborar con la UNAM, a pesar de contar con convenios similares en países como Canadá, Alemania y Japón.
La vida de Sergey hoy en día
Con su nueva prótesis, Sergey ha recuperado la capacidad de realizar actividades como correr, subir y bajar escaleras, y caminar en diferentes terrenos.
Según relató el joven, ahora puede moverse sin ayuda y ha mejorado significativamente su equilibrio. “Me gustó el trabajo. Están cuidándome mucho, corriendo, siempre haciendo algo, tratando de ajustar las cosas, ayudando”, expresó.
Santos Borráez destacó que la tecnología utilizada en la UNAM, como escáneres y robots, permite realizar procesos más rápidos y precisos, lo que, combinado con el enfoque multidisciplinario, garantiza una rehabilitación integral.
La académica también subrayó la importancia de estas experiencias para los estudiantes, quienes tienen la oportunidad de aplicar sus conocimientos en casos reales.
Actualmente, Sergey ha regresado a Ucrania, donde vive con su familia y continúa adaptándose a su nueva vida.
Según comentó, espera que más compatriotas puedan beneficiarse de este tipo de programas, especialmente aquellos que han sido afectados por el conflicto armado.
Fuente: infobae.com