Rafael Navarro, el gran científico mexicano de la NASA, muere por Covid-19

La comunidad científica mexicana lamentó la pérdida del astrobiólogo, un apasionado del estudio de la vida en Marte

¡Hasta siempre a nuestro viajero interplanetario!, escribieron sus compañeros del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) al recordar a Rafael Navarro, el astrobiólogo, experto en el planeta rojo, quien falleció este jueves a causa de la Covid-19. Tenía 61 años.

Carrera notable

Rafael Navarro fue uno de los científicos más destacados en el estudio interplanetario, colaboró recientemente en la misión de la NASA Curiosity para buscar vida en Marte.

Una de sus contribuciones científicas más sobresaliente fue identificar el papel primordial de los relámpagos volcánicos en la fijación abiótica del nitrógeno necesaria para el origen de la vida en la Tierra; además de descubrir una crisis del nitrógeno en la era precámbrica.

Navarro González obtuvo su licenciatura en biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM en 1983 y su doctorado en Química en la Universidad de Maryland en College Park en 1989, trabajando con Cyril Ponnamperuma, un especialista en el origen de la vida.

Rafael Navarro realizó una estancia posdoctoral en la Universidad de Maryland en donde trabajó en química cometaria y en la planeación de un Centro Especializado de Investigación y Docencia en Exobiología de la NASA.

Incluso, el presidente Barack Obama reconoció su trabajo para la exploración de Marte. “Uno de los científicos más importantes de México, Rafael Navarro González, está ayudando a analizar los datos del Rover en el suelo de Marte”, dijo Obama durante un discurso para estudiantes el 3 de mayo de 2013, en el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México.

Un golpe para la comunidad científica

Pilar Carreón, directora del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, escribió: “con profunda pena, lamento informarles el sensible fallecimiento de nuestro querido amigo y colega, el Dr. Rafael Navarro a causa del Covid. Rafael deja un gran legado: dedicó toda su vida a la ciencia, convirtiéndose en uno de los científicos más reconocidos no solo en nuestro país, sino a nivel internacional. A toda su familia, nuestro más sentido pésame. Lo extrañaremos mucho”.

En entrevista para Tec Review, Antígona Segura Peralta, astrobióloga de la UNAM, también lamentó el fallecimiento.

“Lamento mucho su perdida. Rafael Navarro –realmente– abrió las puertas de la astrobiología en México. Fue mi asesor de doctorado, me dio un espacio cuando estaba buscando un proyecto de astrobiología y él era el pionero, su laboratorio era relativamente reciente. Con él, me inicié en la astrobiológia, me aceptó a mi y a otras dos colegas. Ahora las tres somos doctoras desde nuestra área, pero fuimos los primeros doctorados dirigidos a esta área”.

Agregó que “Navarro siempre fue muy profesional, nos trató con mucho respeto. Le agradezco ese espacio multidisciplinario, él aceptaba a todos: medicina, química, biología…la diversidad de ese laboratorio lo hizo muy rico”.

Miguel Alcubierre, también del Instituto de Ciencias Nucleares, lamentó el fallecimiento del especialista y dijo que están en luto.

“Así quiero recordar al Rafael Navarro: sonriente, apasionado, dando todo por la Universidad y por este país. Soñando con otros planetas, demostrándole a la NASA la calidad de la ciencia que se hace en México. Una partida injusta y prematura. Maldita pandemia“, dijo

Maria Emilia Beyer, directora del museo Universum.

La aspiración de pisar la superficie de Marte

En 2014, en una entrevista para la revista QUO, Rafael Navarro González, dijo que aún faltaba más investigación para que la humanidad pudiera pisar el suelo marciano.

“La información obtenida es importante para saber cuál sería el blindaje que llevarían la nave espacial y los trajes de los astronautas. Se pretende llevar cuatro o seis astronautas a Marte”, comenta el científico. Aún no se sabe exactamente de qué estaría hecha la nave para llegar al planeta rojo; sin embargo, hay una idea general al respecto. “Se requieren materiales ligeros y, a la vez, resistentes, como el aluminio, el titanio y el acero inoxidable que se han utilizado para hacer naves espaciales”, expresó el doctor en química.

Fuente: tecreview.tec.mx