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ONU alerta que el aumento del nivel de los océanos se acelera y es irreversible

Las consecuencias del cambio climático en los océanos y en las regiones heladas del planeta son irreversibles y la humanidad debe estar preparada para afrontarlas, advierten los científicos. El informe de los expertos climáticos de la ONU (IPCC) hecho público este miércoles en Mónaco enumera una larga lista de impactos devastadores, comenzando por el aumento del nivel del mar.

El trabajo científico advierte de que, en comparación con el período 1980-2000, se espera que el nivel de los océanos aumente en aproximadamente 43 centímetros para 2100 en un mundo con una temperatura superior a 2°C con respecto a los niveles preindustriales, pero en 84 centímetros en un mundo con una temperatura 3°C o 4°C mayor, calentamiento hacia el que conducen las tendencias actuales.

También revela que el calentamiento global ha empezado ya a provocar frecuentes inundaciones, aumento del nivel del mar, un mayor deshielo de los glaciares y pérdida del permafrost.

El análisis del panel dependiente de Naciones Unidas evidencia que el calentamiento climático ha subido ya la temperatura de los océanos, que son más calientes, más ácidos y menos productivos, y que fenómenos extremos como El Niño vayan a ser cada vez más frecuentes y severos.

Un problema que afecta a todos

El informe es el más extenso hasta la fecha sobre el impacto de la crisis climática en los océanos y la criosfera y sus autores avisan de que aunque el mar abierto o los polos puedan parecer lejanos para mucha gente, la población depende en gran parte de ellos de forma directa e indirecta.

Se calcula que pequeños glaciares en Europa, el este de África, los Andes Tropicales e Indonesia perderán más del 80% de su masa de hielo de aquí a 2100 con el actual escenario de altas emisiones de gases de efecto invernadero. Con ello, se ve afectada también la calidad del agua y su disponibilidad en regiones más bajas, con implicaciones en sectores como la agricultura, el turismo o la generación de energía.

El IPCC recalca la presión a la que la actividad humana ha sometido a los océanos, que han absorbido cerca de un cuarto de las emisiones de gases desde los años 80, lo que ha provocado su acidificación. El grupo de expertos añade que la capa del hielo marino del Ártico se está reduciendo y volviendo más fina.

Incluso si el aumento de la temperatura se quedara por debajo de esos 2ºC, el permafrost, la capa de suelo permanentemente congelada en las regiones polares, perdería el 25% de su superficie más externa. Pero en un escenario menos favorable, ese porcentaje podría elevarse al 70%.

El IPCC recuerda que 670 millones de personas viven en regiones de alta montaña, 680 millones en zonas costeras de baja altitud, cuatro millones de forma permanente en la región ártica y 65 millones en pequeñas islas, además de distintas especies de animales que podrían verse abocadas a la extinción.

Aunque los ecosistemas costeros con vegetación protegen la costa de la erosión, cerca del 50% de humedales han desaparecido en los últimos 100 años como resultado de la acción humana, fenómenos climáticos extremos o el alza del nivel del mar.

Acciones “urgentes y ambiciosas” de los gobiernos

Así, el IPPC concluye que las consecuencias serán mucho peores cuanto mayor sea la aceleración del aumento de las temperaturas en el mundo, por lo que considera que los gobiernos tienen que “necesariamente” adoptar acciones “urgentes y ambiciosas” para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Eso significa respetar el objetivo del Acuerdo de París sobre el clima para que el aumento de la temperatura no supere los 1,5 grados, establecer una verdadera coordinación entre gobiernos y organismos, y aplicar medidas de mitigación.

El informe ha sido realizado durante dos años por 104 expertos de 36 países y está basado en, al menos 7.000 publicaciones científicas y ha sido aprobado la pasada noche por representantes de 195 países en Mónaco.

Fuente: rtve.es / Agencias