Los científicos sitúan el Reloj del Fin del Mundo más cerca que nunca del apocalipsis
El Reloj del Juicio Final está más cerca que nunca de la medianoche. Esta herramienta simbólica, creada en 1947 por científicos atómicos para visualizar la probabilidad de que la humanidad desaparezca, se encuentra este año a 90 segundos de las 00.00 horas.
Según ha explicado el Boletín de los Científicos Atómicos (organización creada por personas como Albert Einstein, Robert Oppenheimer o Eugene Rabinowitch y que cuenta actualmente con 10 premios Nobel), durante el anuncio este martes, su decisión está motivada en gran parte (aunque no exclusivamente) por la invasión rusa de Ucrania y el consiguiente riesgo de una escalada nuclear. También han tenido que ver las continuas amenazas planteadas por la crisis climática y el colapso de las normas e instituciones globales necesarias para mitigar los riesgos asociados con el avance de las tecnologías, así como las amenazas biológicas como la pandemia de coronavirus.
«Vivimos en una época de peligro sin precedentes, y el Reloj del Juicio Final refleja esa realidad. 90 segundos para la medianoche es lo más cerca que ha estado el Reloj de la medianoche y es una decisión que nuestros expertos no toman a la ligera. El gobierno de EEUU sus aliados de la OTAN y Ucrania tienen una multitud de canales para el diálogo; instamos a los líderes a explorarlos todos a su máxima capacidad para hacer retroceder el Reloj», ha reclamado Rachel Bronson, presidenta y directora ejecutiva del Boletín. Anteriormente, el Reloj del Juicio Final llevaba en 100 segundos para la medianoche desde 2020.
El comité de científicos nucleares explica que “la guerra de Rusia contra Ucrania ha planteado profundas preguntas sobre cómo interactúan los Estados, erosionando las normas de conducta internacional que sustentan las respuestas exitosas a una variedad de riesgos globales. Las amenazas apenas veladas de Rusia de usar armas nucleares le recuerdan al mundo que la escalada del conflicto, por accidente, intención o error de cálculo, es un riesgo terrible. La posibilidad de que el conflicto pueda salirse del control de cualquiera sigue siendo alta», advierten. «Rusia también ha llevado su guerra a los sitios del reactor nuclear de Chernobyl y Zaporiyia, violando los protocolos internacionales y arriesgándose a la liberación generalizada de materiales radiactivos. Los esfuerzos de la Agencia Internacional de Energía Atómica para asegurar estas plantas hasta ahora han sido rechazados”. La declaración ha sido traducida al ucraniano y al ruso», añade el comunicado.
Los científicos consideran muy preocupantes además asuntos como la ruptura de las negociaciones entre Rusia y EEUU para el tratado de armas nucleares New START, que expira en 2026. También advierten sobre los riesgos asociados a la expansión de las capacidades atómicas de países como China, India, Corea del Norte o Irán.
Según el Boletín, la guerra de Ucrania ha contribuido a fomentar la inversión en gas natural, cuando debería estar reduciéndose. Todo en un contexto de sucesivos récords anuales de emisiones contaminantes a la atmósfera y de proliferación de los fenómenos climáticos extremos, como huracanes, olas de frío o sequías.
Los investigadores creen que el riesgo de que se produzca una nueva pandemia, ya tenga oun origen zoonótico (salto del animal al hombre), como netamente humano (citan expresamente los accidentes de laboratorio). El otro gran riesgo asociado a estos patógenos es el de una posible guerra biológica.
«El Reloj del Juicio Final está haciendo sonar una alarma para toda la humanidad. Estamos al borde de un precipicio. Pero nuestros líderes no están actuando a la velocidad o escala suficiente para asegurar un planeta pacífico y habitable. Desde reducir las emisiones de carbono hasta fortalecer los tratados de control de armas e invertir en la preparación para pandemias, sabemos lo que se debe hacer. La ciencia es clara, pero falta voluntad política. Esto debe cambiar en 2023 si queremos evitar una catástrofe. Nos enfrentamos a múltiples crisis existenciales. Los líderes necesitan una mentalidad de crisis», ha alertado por su parte Mary Robinson, presidenta de The Elders y ex Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
«Hace tres años, ayudé a revelar el Reloj del Juicio Final cuando se movieron sus manecillas por última vez. Hoy están aún más cerca de la medianoche, lo que demuestra cuánto más peligroso se ha vuelto nuestro mundo a raíz de la pandemia de COVID-19, los fenómenos meteorológicos extremos y la escandalosa guerra de Rusia contra Ucrania. Los líderes no prestaron atención a las advertencias del Reloj del Juicio Final en 2020. Todos seguimos pagando el precio. En 2023 es vital por el bien de todos que actúen», ha agregado el exsecretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Fuente: elimparcial.es