La violencia con armas de fuego se estudia menos que otras de las principales causas de muerte

Un estudio analizó la cantidad de publicaciones y el financiamiento de investigaciones sobre violencia con armas en un período de 10 años. En ambos casos, las cifras estaban por debajo de lo previsto respecto a otras causas de muerte.

Los estudios sobre la violencia con armas de fuego, y su financiamiento, van muy por detrás de lo que podría esperarse para una de las principales causas de muerte, según revela una investigación.

La cantidad de publicaciones entre 2004 y 2014 fue de apenas un 4.5 por ciento de lo esperado para la causa de muerte de más de 30 mil personas por año en Estados Unidos. Y el financiamiento fue de un 1.6 por ciento de lo esperado.

A diferencia del resto de las principales causas de muerte, la violencia con armas “simplemente no se está investigando de la misma manera”, dijo el autor principal, doctor David Stark, de la Escuela Icahn de Medicina de Mount Sinai, Nueva York.

Con su coautor Nigam Shah, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, California, publica en JAMA que una ley de Estados Unidos de 1996 prohibió a los CDC utilizar los fondos federales destinados a la prevención y el control de las lesiones “para evitar o promover el control de armas”.

La norma y otras restricciones se extendieron rápidamente a varias agencias federales y la comunidad científica.

Los autores analizaron información de las publicaciones médicas y el financiamiento del período 2004-2014: en ambos casos, la investigación de la violencia con armas y su financiamiento estaba por debajo de lo previsto respecto de otras causas de muerte.

De acuerdo con la investigación y el financiamiento de las otras 30 causas principales de muerte según la lista de los CDC, el equipo estimó que se deberían haber invertido mil 400 millones de dólares en los estudios sobre la violencia con armas en aquella década, en lugar de los 22 millones destinados realmente.

La violencia con armas debería haber sido el tema de 38 mil 897 estudios en el mismo período, aunque sólo se publicaron mil 738.

Los autores equipararon el número de muertes por violencia armada con el de la sepsis, una complicación de las infecciones. Los científicos que se ocuparon del tema recibieron menos del 1 por ciento del financiamiento invertido en la sepsis. Y la cantidad de estudios publicados fue apenas el 4 por ciento de los estudios sobre sepsis.

“La violencia armada, que mata a 33 mil personas por año, es un problema de salud pública. No difiere de los incidentes viales”, dijo Stark.

Fuente: Andrew M. Seaman / Reuters Health