La vez que Hitler obligó a 3 científicos a rechazar el Premio Nobel

Alemania es uno de los países que más conocimiento le ha otorgado a la humanidad. A través de su historia ha conseguido 108 Premios Nobel, convirtiéndose en el tercer país con más galardones luego de Estados Unidos y el Reino Unido. Sin embargo, también ha tenido una etapa oscura ya bastante conocida.

Durante los años 1934 y 1945, el partido Nazi ejerció un férreo control sobre la nación germana. Y cuando en 1935 el comité noruego le otorgó el premio Nobel de la Paz a un pacifista llamado Carl von Ossietsky por denunciar el rearme alemán, Adolph Hitler prohibió que cualquier ciudadano alemán aceptara futuros galardones.

Es durante esos años que tres científicos alemanes fueron nominados y ganaron el más alto premio en ciencias. Primero en 1938 a Richard Kuhn en Química, luego en 1939 a Adolf Butenandt, también en Química; y finalmente ese mismo año a Gerhard Domagk en Fisiología o Medicina

Los tres ganadores

Richard Kuhn recibió el Premio Nobel en Química en 1938 por su trabajo sobre los carotenoides y las vitaminas. El caroteno, una sustancia que se encuentra en las zanahorias, constituye un bloque de construcción de la vitamina A, la cual es necesaria para el crecimiento de los organismos.

Tras identificar dos tipos diferentes de caroteno, junto con otros investigadores, Kuhn pudo establecer la existencia de un tercer tipo en 1933. También realizó una importante investigación sobre sustancias relacionadas, llamadas carotenoides. Su desarrollo de técnicas cromatográficas fue importante en el aislamiento y producción de sustancias puras. Además realizó importantes trabajos con vitaminas B2 y B6.

Aunque Kuhn rechazó el premio en 1938, si lo aceptó posteriormente en 1944. Esto se debió, probablemente a que Kuhn colaboró con el régimen Nazi y no quiso contradice a Hitler. Según el libro “La Ciencia en el Tercer Reich”, el profesor universitario acusó a tres compañeros de trabajo por ser judíos.

Por su parte, Adolf Friedrich Johann Butenandt recibió el Premio Nobel en Química en 1939 ju con Leopold Ruzicka por su trabajo sobre las hormonas sexuales. En la década de 1930, Butenandt contribuyó al mapeo de varias hormonas que se aplican específica y respectivamente a hombres y mujeres y que regulaban las funciones corporales.

Tras establecer la composición de la hormona sexual femenina, el estrógeno, Butenandt pudo determinar su estructura así como la de una hormona relacionada, el estriol. También fue capaz de producir una hormona sexual masculina de forma pura por primera vez y de determinar su composición química, la cual fue llamada androsterona.

Por último, Gerhard Domagk recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1939 por el descubrimiento de los efectos antibacterianos del Prontosil, un fármaco que ya existía desde comienzos de siglo.

Durante el siglo XIX, los médicos descubrieron que muchas enfermedades eran causadas por infecciones y ataques de microorganismos. Esto llevó a la búsqueda de preparaciones químicas para combatir las bacterias y otros microorganismos. Se pensó que el desafío era imposible, pero en 1932, Gerhard Domagk y sus colegas demostraron en experimentos con ratones que las sulfonamidas podrían usarse para combatir las bacterias que causan el envenenamiento de la sangre.

Luego en 1935, el mismo Domagk utilizó el prontosil en Hildehard su propia hija de 6 años que se había contagiado con una infección en su dedo por estreptococo. La inyección de la sustancia evitó la proliferación de las bacterias y la niña sanó por completo. El descubrimiento se convirtió en la base de una serie de medicamentos que constituiría el primer tipo de antibiótico.

Fuente: nmas1.org