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La tecnología nos volverá telepáticos en 20 años

Las interfaces neuronales que unen los cerebros humanos a los ordenadores dotados de inteligencia artificial permitirán a las personas leer los pensamientos de otras personas, según un informe de la Royal Society.

La Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural es la sociedad científica más antigua del Reino Unido y una de las más antiguas de Europa.

En su nuevo informe, la Royal Society resume los beneficios de esta tecnología, pero también advierte de los riesgos que representa para la intimidad de las personas.

El informe considera que esta tecnología estará establecida en la sociedad dentro de veinte años para tratar enfermedades como el Alzheimer, aumentar la memoria de las personas, mejorar su visión e incluso permitir que sus pensamientos y sensaciones se transmitan a otra persona.

Sin palabras

“Las personas podrían volverse telepáticas hasta cierto punto, capaces de conversar no solo sin hablar, sino sin palabras, a través del acceso a los pensamientos de los demás a un nivel conceptual. Esto podría permitir una colaboración sin precedentes con colegas y conversaciones más profundas con amigos”, destaca el informe.

“Las aplicaciones para las interfaces neuronales son tan inimaginables hoy como lo era el teléfono inteligente hace unas décadas”, declaró el copresidente del informe, Christofer Toumazou, profesor de ingeniería en el Imperial College de Londres, a The Independent.

El informe también señala que las interfaces neuronales y cerebro-ordenador pueden desafiar la esencia misma de lo que es ser humano actualmente.

“No solo los pensamientos, sino las experiencias sensoriales, podrían comunicarse de cerebro a cerebro”, dice el informe. “Alguien de vacaciones podría enviar una postal neuronal de lo que está viendo, escuchando o saboreando, a la mente de un amigo que está en su casa”.

Interfaces estratégicas

Las interfaces neuronales son dispositivos electrónicos que interactúan con el sistema nervioso. Se colocan en el exterior o el interior del cerebro o del sistema nervioso para registrar o estimular la actividad, o ambas cosas.

Las interfaces colocadas dentro del cerebro o del cuerpo se conocen como tecnologías internas, invasivas o implantadas, a diferencia de los dispositivos externos, no invasivos o portátiles, a menudo llamados interfaces cerebro-ordenador.

En la actualidad estas interfaces se utilizan, según el informe, para tratar la enfermedad de Parkinson; como estimuladores eléctricos para ayudar a la recuperación de un accidente cerebrovascular; como implantes cocleares para transmitir sonidos a personas con pérdida auditiva; como auriculares EEG (electroencefalografía) utilizados por los jugadores para controlar objetos digitales; y como estimulación transcraneal utilizada para aumentar la memoria o la concentración.

Aplicaciones futuras

Según el informe, las previsibles aplicaciones de estas tecnologías en el futuro posibilitarán escribir directamente con el cerebro y usar un ratón mental para controlar ordenadores y dispositivos.

También se aplicarán para establecer comunicación directa de cerebro a cerebro, ya sean mediante impulsos simples o pensamientos complejos; así como para aplicaciones médicas más amplias, como la enfermedad de Alzheimer y afecciones de salud mental.

Por último, señala el informe que se aplicarán también para hacer un seguimiento en tiempo real de la actividad cerebral para apoyar la salud y la seguridad; así como para aumentar la memoria humana, la concentración y el aprendizaje.

Precursores

El informe llama la atención sobre los recientes anuncios de Neuralink, la empresa norteamericana de neurotecnología fundada por Elon Musk, para el desarrollo de interfaces cerebro-ordenador implantables, así como de Facebook, que ya está creando tecnología portátil para “escribir con el cerebro”, como claros indicios de lo que está por venir en el futuro.

También destaca que los principales desarrollos en las interfaces neuronales provienen actualmente de Estados Unidos y señala que el Reino Unido está bien posicionado para convertirse en un líder mundial en este estratégico campo.

Asimismo, propone un debate abierto e inclusivo que involucre a muchas voces y a todos los sectores de la sociedad. La Royal Society propone que el público tenga una voz clara para determinar cómo se usa y regula esta tecnología en los próximos años.

El informe contiene una historia de las interfaces cerebro-ordenador y cómo funcionan, ejemplos de dispositivos cerebro-ordenador que están actualmente en uso; posibles aplicaciones futuras de las interfaces neuronales y cerebro-ordenador; las importantes cuestiones éticas que plantean estas tecnologías; los posibles beneficios y riesgos de estas interfaces; y recomendaciones para que los ordenadores neuronales prioricen los beneficios sociales y reduzcan los riesgos.

Fuente: tendencias21.net