La igualdad de la mujer en la ciencia, un reto todavía pendiente

En 2015 la ONU declaró el 11 de febrero Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. El papel de las mujeres en este ámbito estuvo muy limitado en el pasado por la discriminación general que vivieron.

Y aunque en la actualidad ocupan un mayor espacio, siguen encontrándose con techos de cristal. Según un estudio de 14 países recogido por Naciones Unidas, la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría (postgrado) y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18, 8 y 2%, respectivamente, mientras que para los estudiantes es del 37, 18 y 6%.

En cuanto al sector de la investigación, según un estudio de la Unesco en Europa Occidental las mujeres suponen de media un 32% del total de los investigadores, aunque con diferencias entre países.

En España, Italia o Reino Unido el porcentaje se sitúa entre el 30 y el 45%, mientras que en Alemania o Francia se encuentra por debajo del 30%. Europa se ve superada por regiones como América Latina y el Caribe, donde las mujeres suponen más del 44% del total de investigadores.

A la cabeza están Bolivia y Venezuela, con una representación superior al 70%, mientras que en Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay está entre 45 y el 55% y en Chile, Colombia, México y Ecuador entre el 30 y el 45%.

En la Unión Europea (UE) el desequilibrio entre hombres y mujeres en las carreras universitarias científicas aumenta a medida que se sube en el escalafón. En 2013 había de media un 59% de graduadas pero sólo un 21% de catedráticas.

Una de ellas es la española Adela Muñoz Páez, catedrática de de Química Inorgánica la Universidad de Sevilla. En su opinión, es necesario que se incremente el papel de las mujeres en los tribunales que evalúan proyectos científicos, becas o plazas, ya que hay “una tendencia generalizada a evaluar o calificar mejor a los iguales”.

Según un reciente estudio de Nature, esa desigualdad existe también entre los investigadores que evalúan artículos para su publicación en las revistas científicas. Un análisis de las publicaciones de la Unión Americana de Geofísica (AGU) entre 2012 y 2015 reveló que sólo el 20% de los expertos que revisaron artículos eran mujeres, por debajo del porcentaje de expertas que integran dicha sociedad (28%).

Otro de los aspectos en los que se aprecia una falta de representación es la concesión de premios. Desde la creación de los Premios Nobel solo 17 mujeres han sido galardonadas por sus trabajos científicos, cifra que según Muñoz “no refleja ni la cantidad ni la calidad de las contribuciones de las mujeres científicas”.

Incluso la célebre Marie Curie (1867-1934) estuvo a punto de quedarse sin el Nobel de Física por el descubrimiento de la radiactividad a partir de una investigación que ella inició y desarrolló junto a su marido, Pierre Curie. Solo la insistencia de este último consiguió que también Marie fuera galardonada.

Este tipo de desigualdades provoca una invisibilización de las científicas, tanto de las que contribuyeron al avance de la investigación en el pasado como de las actuales. “Las mujeres científicas son un campo descocido incluso para las feministas (…) Hace falta un esfuerzo doble: dar a conocer la importancia de la ciencia a la sociedad y dentro de la ciencia, que hay un gran colectivo que es el de las mujeres”, explica Muñoz, que acaba de publicar el libro ‘Sabias. La cara oculta de la ciencia’.

La necesidad de concienciación sobre las capacidades y posibilidades de las mujeres es necesaria ya desde la infancia. En un reciente estudio publicado por Science se hablaba a un grupo de niños y niñas sobre una persona especialmente inteligente y se les preguntaba de qué sexo creían que era.

A partir de los seis o siete las niñas tendían menos que los niños a asociar la genialidad con su propio sexo. Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia se celebrarán multitud de actos para reivindicar el papel de las científicas y animar a las niñas y jóvenes a interesarse por este sector.

En España una de esas actividades estará protagonizada por la propia Muñoz y cuatro de sus compañeras. Hace tiempo pusieron en marcha la obra de teatro ‘Científicas. Pasado, presente y futuro’, en la que se transforman en Marie Curie, Rosalind Franklin, Hipatia de Alejandría, Ada Lovelace y Hedy Lamarr. El 13 de febrero se subirán al escenario en la Universidad de Sevilla para transmitir que la ciencia también es cosa de mujeres.

Fuente: DPA