La disminución de los glaciares impactará al mundo

Un equipo internacional de científicos advierte en un artículo publicado en PNAS de la urgente necesidad mundial de afrontar los impactos en cascada que se producirán por la pérdida de masa de los glaciares, como consecuencia del cambio climático.

La atención se ha focalizado hasta ahora en lo que supondrá para el nivel del mar la reducción de los glaciares, pero hay otros problemas no menos importantes que se desprenden de este fenómeno, especialmente el aprovisionamiento de agua para la población, según se informa en un comunicado de la Universidad de Birmingham.

En la actualidad, el 10% de la superficie de la Tierra está cubierta de glaciares, pero de aquí a finales de este siglo sólo quedará del 4% al 13% de la superficie helada que tenía el planeta en 2003.

El Golfo de Alaska, el Ártico canadiense y el casquete glaciar de Groenlandia son las regiones que perderán mayor masa de hielo, según esta investigación. Sin embargo, las pérdidas regionales más importantes se registrarán en los Alpes en Europa y en los Andes, en América del Sur.

De aquí al año 2100, sólo quedará en los Alpes el 4% de la superficie helada que había a comienzos de este siglo, un fenómeno que afectará al mundo entero. Las consecuencias para la población de este fenómeno no están siendo bien estudiadas, advierten. La región alpina se ha recalentado intensamente en los últimos 30 años, al mismo tiempo que las precipitaciones de nieve también han disminuido. La superficie helada ha retrocedido más de la mitad desde 1850.

Los efectos de esta pérdida masiva de hielo a nivel mundial tendrán graves consecuencias sobre los ríos. Se prevé que los cambios en la hidrología y morfología fluviales, debido a la pérdida de glaciares inducida por el clima, serán los mayores de cualquier sistema hidrológico.

El caudal fluvial será cada vez más imprevisible porque dependerá menos del deshielo y más de las precipitaciones, por lo que habrá que afrontar un cambio radical en los ecosistemas acuáticos, advierten los investigadores.

Otra consecuencia de la pérdida de los glaciares es la contaminación, ya que el deshielo liberará residuos de las emisiones industriales y otras sustancias tóxicas que terminarán apareciendo en los ríos y en las capas freáticas, provocando nuevos problemas a las sociedades humanas. La contracción de los glaciares alterará además el transporte de sedimentos y los flujos biogeoquímicos y contaminantes de los ríos a los océanos.

Impactos y recomendaciones

Estos efectos influirán profundamente en el medio ambiente natural, incluyendo muchas facetas de la biodiversidad, y en los servicios que los ríos alimentados por los glaciares proporcionan a los seres humanos, particularmente el abastecimiento de agua para la agricultura, la energía hidroeléctrica y el consumo.

Entre los principales impactos, se espera asimismo la reorganización de los procesos reguladores que determinan la calidad del agua y los riesgos geológicos, así como los cambios culturales relacionados con el turismo, el paisaje y la religión.

En su estudio, los autores sintetizaron las pruebas disponibles y documentaron el profundo impacto de la disminución de los glaciares en los sistemas marinos de agua dulce y también costeros.

Los autores piden un enfoque renovado en la planificación de medidas de adaptación y mitigación de la amplitud de los impactos de la disminución de los glaciares en todas las regiones afectadas.

Para ello, proponen cuatro recomendaciones clave que, en su opinión, debem respaldarse con una agenda de investigación global interdisciplinar: seguimiento detallado de los cambios que se operan en los glaciares y de las variables geoquímicas que aparecen en los ríos; valoración de lo que estos cambios supondrán para las poblaciones afectadas y protección, con legislación adecuada, de la adaptación social a la nueva situación.

Fuente: tendencias21.net