La caza ilegal afecta el modo de vida de los elefantes que se ven obligados a huir

Zoólogos han descubierto que los elefantes, cuyos grupos han sufrido la caza ilegal, cambian su lugar de residencia. Así lo informan los científicos en un artículo publicado en Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, los animales comienzan a evitar áreas peligrosas, y se mantienen más cerca de lugares con abundancia de alimentos. Si en el grupo solo iban quedando elefantes jóvenes, entonces con mayor frecuencia expandían su territorio y se iban a nuevos lugares.

Filopatría es el deseo de los animales de regresar periódicamente a su lugar de nacimiento o vivir allí permanentemente. Un buen conocimiento del terreno les permite usar efectivamente el territorio de origen para buscar comida y refugio. Algunas especies, de generación en generación, caminan por los mismos rutas y, dependiendo de la estación, utilizan los mismos lugares para alimentarse o reproducirse. En los animales con vida larga, que andan en grupos con representantes de diferentes generaciones (por ejemplo, las ballenas asesinas o los elefantes), el aprendizaje social juega un papel muy importante y afecta la supervivencia de los animales jóvenes. Los miembros mayores del grupo enseñan a los jóvenes a orientarse en lugares familiares y los guian por rutas conocidas.

Una de estas especies filopáticas, los elefantes africanos de la sabana (Loxodonta africana africana) viven en grupos, cada uno dirigido por una matriarca, una abuela o madre. Según diferentes datos (1, 2), la familia puede migrar de una generación a otra por un territorio. En las últimas décadas, la caza ilegal de elefantes de la sabana ha crecido; debido a esto, se estima que su población disminuirá en un 3% por año. Probablemente, la caza afecta el movimiento y la distribución de las familias de elefantes.

Para descubrir esto, los zoólogos británicos y estadounidenses, dirigidos por George Wittemyer de la Universidad de Colorado, EEUU, rastrearon los movimientos de 18 elefantes que llevaban collares con GPS, de 2002 a 2017 . Las observaciones se realizaron en las Reservas Nacionales de Samburu y Buffalo Springs, en el norte de Kenia.

Resultó que, con el tiempo, casi todas las familias de elefantes cambiaban de territorio en diversos grados. Todos los animales migraron al oeste o al norte, lejos de los lugares donde se realizaba la caza ilegal, y más cerca de las fuentes de alimentos más accesibles. El estado sociodemográfico del grupo influyó en la migración. En las familias, donde los adultos eran asesinados por cazadores furtivos, los jóvenes, con mayor frecuencia expandían su área y se iban a nuevos territorios.

“Usando un comportamiento diferente, la población se vuelve capaz de responder a los peligros emergentes y recuperarse de la caza furtiva, que ha alcanzado un nivel crítico “, dijo Wittemyer.

Los elefantes tienen unas 100 veces más células que un ser humano, y viven casi tanto como nosotros (su esperanza de vida es de 70 años), sin embargo, rara vez se topan con uno de nuestros mayores monstruos: el cáncer. El cáncer se produce cuando una célula muta al azar durante la división, por lo que el hecho de que solo alrededor de 1 de cada 20 elefantesdesarrolle cáncer, en comparación con 1 de cada 5 humanos, es extremadamente curioso y, hasta ahora, el por qué de esta resistencia era un misterio para la ciencia. Un reciente estudio publicado en Cell Reportsafirma que sus células tienen genes especiales capaces de reparar el ADN mutado.

Fuente: nmas1.org