Inauguran laboratorios en honor al científico mexicano pionero de estudios en Marte

El doctor Rafael Navarro González será un referente para las nuevas generaciones de científicos y permanecerá vivo siempre, porque su legado se encuentra albergado en el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM

El estudio de Marte y de otros planetas, así como el origen de la vida, no se podrían entender sin el trabajo que el Dr. Rafael Navarro González realizó desde su laboratorio en el Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Y es precisamente esta institución la que hoy le rinde homenaje al investigador fallecido el 28 de enero de 2021, develando una placa en su honor y dándole nombre a los laboratorios que por 35 años fueron testigos de grandes hallazgos a su cargo.

La doctora María del Pilar Carreón Castro, directora del Instituto fue la encargada de hablar sobre su legado. “Es un gusto estar reunidos para recordar al colega y amigo el Dr. Rafael Navarro González, destacado investigador, docente y divulgador de la ciencia, así como para reconocer el incansable trabajo que realizó en el estudio de marte y los exoplanetas, mismos que lo posicionaron como uno de los científicos más importantes en su área, tanto en México como en el mundo”.

Dentro de su trabajo, se puede reconocer como el único investigador mexicano que ha participado en una misión robótica de la NASA, con el robot Curiosity, además colaboró en la preparación de la misión espacial ExoMars con el instrumento HABIT.

Algo por lo que también se le reconoce al investigador es que impulso el estudio de la astrobiología no solo en México, sino América Latina y junto con su equipo de trabajo realizaron importantes contribuciones a la ciencia, como revisar el papel de los relámpagos volcánicos y atmosféricos en el origen de la vida y la detección de una posible crisis del nitrógeno para la vida primitiva de la tierra. Su actitud por conocer nuevas cosas lo llevaron a descubrir también una zona estéril en el desierto de Atacama y estudiar ambientes extremos en el pico de Orizaba, para posteriormente usarlos como modelos de suelo del ambiente marciano.

Sus colegas recordaron que su amplia reflexión de las cosas lo llevaron a identificar unas fallas en la detección de vida marciana de una misión de la NASA, él reprodujo los experimentos de esta misión y sentaron las bases para futuras misiones espaciales y contribuyó a la detección de los ingredientes necesarios para la vida en el ambiente marciano.

“Por supuesto que su parte innovadora no podía faltar, todo el tiempo estaba creando cosas y así fue como logró desarrollar una herramienta novedosa para el estudio del ambiente paleoclimático de la tierra mediante el análisis de gases atrapados en relámpagos petrificados, conocidos como fulguritas, resalta Carreón Castro.

“Por todo esto y muchas cosas más, el doctor Navarro es un hombre al que se le extraña mucho desde su partida”, dijo su colega, pero aseguró que lo que reconforta, es que todo ese conocimiento perdurará por muchos años, por ello el Instituto de Ciencias Nucleares, contará con la Unidad de Laboratorios Rafael Navarro González. Agregó que hoy no sólo se celebra este espacio, se le festeja, pues un día como hoy (25 de abril) estaría cumpliendo 62 años. “Querido Rafael tu recuerdo y esencia durarán por siempre”, expresó.

Un espacio que recordará su legado

Este espacio estará conformado por el laboratorio de química de plasmas y estudios planetarios, que fueron los espacios en los cuales trabajó Navarro y su equipo por más de 35 años, aquí se han investigado diversos aspectos atmosféricos y planetarios relacionados con el origen y evolución de la tierra y el sistema solar, además de la búsqueda de vida en marte. “Aquí precisamente fue donde comenzó el estudio de la astrobiología en México y América Latina”, recuerdan sus colegas.

El maestro José de la Rosa, colega del hoy homenajeado aseguró que en el laboratorio se continuará con el legado del doctor. Estudiarán los procesos atmosféricos que ocurren en Titán, la luna más grande de Saturno, sintetizarán compuestos orgánicos de interés probiótico, trabajarán con biomarcadores que permitan la búsqueda de vida en Marte y finalmente se continuará con el proyecto de terraformación del planeta rojo.

Pilar Carreón Castro agregó que la participación en la docencia y recursos humanos del Dr. Navarro fue muy relevante, pues contribuyó a la formación de 17 tesistas de licenciatura, 14 de maestría, 6 de doctorado y un posdoctorado, incluso sus estudiantes lograron abrir grupos de investigación en México, Sudamérica, Europa y Estados Unidos, que hoy contribuyen a esta área de investigación.

Por último, la doctora Fabiola Aceves Díaz, viuda de Navarro González, dirigió unas palabras y compartió anécdotas familiares, aseguró que siempre fueron muy unidos y que al país que tuvo que ir el doctor Navarro, la familia lo apoyó, se adaptó, siempre con la consciencia de que las aportaciones de él serían de gran trascendencia.

Recordó que aunque esta transición ha sido muy difícil para la familia, se han sentido respaldados por la comunidad universitaria, sus colegas y en general las personas que lo conocieron o conocieron su trabajo. “Lo que hacía Rafael a todos nos encantaba, porque parecían cosas de la Guerra de las Galaxias, a la gente le gustaba y entusiasmaba mucho. Les puedo decir sin duda que el día de hoy está presente, hoy ya no quiero llorar su muerte, sino celebrar su vida”, concluyó.

Fuente: eleconomista.com.mx