Francia prohíbe los delfines y orcas en cautividad
La reproducción de delfines y orcas en cautividad está prohibida a partir de ahora en Francia. El Ministerio de Medio Ambiente publicó el sábado un decreto que establece que los parques acuáticos no podrán adquirir nuevos animales ni criarlos, sino solo mantener a los que tienen con unas normas más estrictas. Las organizaciones animalistas ven esta medida como el camino hacia el fin de los circos marinos.
«Para asegurar la protección de las especies, mejorar su bienestar y suprimir el sufrimiento animal, queda prohibido mantener cetáceos en cautividad», expone el nuevo decreto, que no se aplicará a las orcas y delfines que ya están en acuarios debidamente autorizados. La ministra de Medio Ambiente, Ségolène Royal firmó el miércoles pasado una primera versión del texto, que endurecía las normas para los delfinarios. Pero tras saber que algunos animales son drogados en cautividad, «ha querido ser más radical», según ha precisado el Ministerio a la agencia France Presse.
El decreto, que sustituye a otro de 1981, prevé «un aumento de al menos 150% del espacio de los estanques para permitir a los animales alejarse de los visitantes y de otros animales», ha informado Medio Ambiente. Prohíbe el uso de cloro para tratar el agua, el contacto directo entre el público y los animales, así como las inmersiones de la gente en los estanques. Los establecimientos tienen seis meses para adaptarse a las nuevas normas, y hasta tres años para expandir sus estanques.
Cinco asociaciones animalistas, incluyendo a One Voice y Sea Shepherd han enviado un comunicado conjunto en el que apoyan la medida. «En concreto, eso significa que se acaban los programas de reproducción, de intercambios o de importación. Sin la posibilidad de renovar los cetáceos, significará el fin de los circos marinos en nuestro territorio», han expresado.
Esta medida ha provocado, por otro lado, el enojo del director del mayor parque de atracciones marinas de Europa, Marineland d’Antibes (en la Costa Azul), Jon Kershaw, que la consideró como «una bomba» para este tipo de establecimientos. Marineland es el mayor delfinario de Francia, y como otros muchos de estos establecimientos en Europa, está controlado por una multinacional española de parques temáticos.
El texto fue discutido con asociaciones de protección de la naturaleza y los animales, como WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), y se involucró también al Museo Nacional de Historia Natural. Ha sido aprobado después de un año de análisis, según el Ministerio.
Fuente: AFP