El consumo de gasolina podría sentir los efectos del coche eléctrico en 2020

Un informe de la Agencia Internacional de Energía asegura que el coche eléctrico puede reducir el consumo mundial de gasolina tras 25 años de incremento; algo clave contra el cambio climático

La gasolina es como una especie de droga para los estadounidenses: sabemos que daña el planeta, pero no somos capaces de renunciar a ella. Ahora varias voces desde la industria energética sugieren que nuestra adicción podría empezar a remitir gracias a la expansión de los coches eléctricos. Es más, la demanda de gasolina para vehículos privados podría caer ya en 2020.

Una nueva previsión de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) afirma que el consumo mundial de gasolina para vehículos privados de pasajeros descenderá durante los próximos cinco años. Se trata de una caída bastante modesta. Según Bloomberg, la AEI calcula que el consumo caerá desde 23 millones de barriles de gasolina diarios hasta 22,8 millones de barriles diarios en 2020. Sin embargo, sus estimaciones también sugieren la posibilidad de que vuelva a crecer antes de 2040.

Pero, para cuando llegue ese momento, la agencia considera que el consumo se habrá reducido en un 0,2% respecto al consumo actual. Es poco, pero es al menos un paso en la dirección correcta; sobre si se tiene en cuenta que el consumo de gasolina ha aumentado un 20% durante los últimos 25 años.

Curiosamente, la predicción de la AIE es mucho más alentadora para los productores de petróleo que algunos cálculos de su propia industria. Shell, por ejemplo, ha asegurado recientemente que podríamos alcanzar el pico máximo de la demanda total de petróleo en tan sólo cinco años. En cambio, la AIE piensa que otros tipos de petróleo refinado, como el combustible para aviones y el diésel, seguirán aumentando su cuota de mercado. 

El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, atribuye los resultados de sus estimaciones a que “los coches eléctricos son una realidad”. Tiene razón: un informe reciente sugirió que hasta dos tercios de todos los coches en circulación en algunas ciudades ricas podrían ser eléctricos para 2030.

Un incremento del uso de coches eléctricos junto a una reducción de la demanda de gasolina sería una muy buena (y necesaria) noticia: el transporte podría superar este año al sector eléctrico como el mayor emisor de dióxido de carbono en Estados Unidos. Asegurarse de que esta situación mejore es una de las principales preocupaciones de la lucha contra el cambio climático.

Con suerte, las iniciativas del Gobierno de EEUU para fomentar el uso de vehículos eléctricos seguirán avanzando durante la presidencia de Donald Trump. De ello depende acabar con nuestra adicción.

Fuente: technologyreview.es