El estudio, elaborado por investigadores de la Universidad de Yale y publicado hoy por la revista especializada JCI Journals, puede despejar nuevas vías para prevenir el contagio del zika al feto, lo que evitaría que este desarrollara microcefalia o las otras enfermedades neurológicas que ocasiona el virus.
El epidemiólogo Erol Fikrig y sus colegas de Yale examinaron para su estudio la infección de diferentes tipos de célula de la placenta por el virus del Zika, entre ellas los citotrofoblastos (que son células madre), los macrófagos placentarios (del sistema inmunitario) y los fibroblastos (del tejido conectivo).
Dichas células, presentes en la llamada barrera materno fetal, que protege al feto de elementos dañinos, fueron aisladas a partir de tejido de la placenta de embarazos normales y fueron infectadas en cultivos con el virus Zika, según los investigadores.
La mayoría de fibroblastos y entre un 10 y un 15 por ciento de los macrófagos placentarios resultaron infectados y posteriormente diseminaron en virus.
“Estas células específicas de la placenta podrían servir de depósito para la producción del virus del Zika dentro del compartimento fetal”, afirmó en un comunicado Kellie Ann Jurado, una de las integrantes del equipo científico.
Los investigadores creen que el estudio muestra la necesidad de nuevas investigaciones para determinar la contribución de estas células en la transmisión materno-fetal del zika.
Dar con las posibles rutas de la generación del virus y su transmisión a través de la placenta sería clave para identificar estrategias preventivas contra el virus, agregó Jurado.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, más de medio centenar de países y territorios sufren la actual epidemia del zika, en su gran mayoría en Latinoamérica y el Caribe.
Fuente: EFE