Cuando se trata de la gonorrea, el género importa

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 78 millones de personas en todo el mundo están infectadas con gonorrea cada año. Los hombres con infecciones tienden a presentar síntomas obvios, mientras que las mujeres a menudo son asintomáticas o experimentan síntomas leves. Tanto en hombres como en mujeres, la infección generalmente desaparece con tratamiento antibiótico.

Sin embargo, en la última década han surgido cepas de ‘Neisseria gonorrhoeae’ resistentes a los antimicrobianos, el patógeno bacteriano responsable de la gonorrea, y en 2013, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidenses incluyeron ‘N. Gonorrhoeae’ resistente a los medicamentos como una amenaza pública urgente para la salud.

En un nuevo estudio piloto financiado por los Institutos Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), publicado este miércoles en ‘mSphere’, un equipo dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, realizó la primera comparación completa de la expresión génica y la regulación en hombres y mujeres infectados con ‘N. Gonorrhoeae’, identificando firmas específicas del género en la infección y en genes de resistencia a antibióticos.

“Desarrollamos nuestro trabajo anterior sobre la expresión génica durante la infección en mujeres para incluir ambos géneros en el presente análisis, por lo que vemos por primera vez los perfiles de expresión durante la enfermedad activa en los hombres y sus parejas asintomáticas”, afirma la autora principal del estudio, Caroline A. Genco, presidenta del Departamento de Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad Tufts.

Perfil de expresión genética diferente por sexos durante la infección

“Encontramos que cuando las bacterias infectan al hombre, es un perfil de expresión genética diferente en comparación con cuando están infectando a una mujer. Cuando se considera cómo de fundamentalmente diferentes son los dos entornos del huésped, esto tiene sentido”, agrega.

Hasta ahora, se ha estudiado la infección principalmente en cultivos de tejidos, modelos humanos masculinos y ratones. Aunque estos estudios han proporcionado información clave sobre las interacciones entre la bacteria y el huésped, “tienen limitaciones importantes, como la ausencia de respuesta femenina en los humanos”, agrega Genco. “Estudiar la infección activa y natural en hombres y mujeres es fundamental para desarrollar estrategias para tratar y prevenir la infección”, subraya.

Para entender la enfermedad en ambos sexos, el equipo analizó la manifestación de la enfermedad en una cohorte de sujetos que asisten a una clínica que trata las infecciones de transmisión sexual en un país donde hay altas tasas de resistencia a la gonorrea y a los antibióticos. Se recogieron muestras de hombres que acudieron a la clínica para recibir tratamiento para la gonorrea y de las parejas femeninas que acudieron para recibir tratamiento tras la confirmación del diagnóstico de su pareja.

Los científicos utilizaron la secuenciación del ARN para identificar qué genes del huésped y de la bacteria se expresan durante la infección de la mucosa. El análisis revela que el 9 por ciento de los genes gonocócicos mostraron una expresión aumentada exclusivamente en hombres e incluyeron genes implicados en las interacciones de las células inmunes del huésped. El 4 por ciento de los genes mostró una expresión aumentada exclusivamente en mujeres e incluyó genes vinculados a fagos.

En la secuenciación del ADN del genoma completo, los hombres y las mujeres mostraron genotipos resistentes a los antibióticos similares, pero los investigadores observaron una expresión de estos genes resistentes a los antibióticos cuatro veces mayor en los hombres.

Los científicos señalan entre las limitaciones el tamaño de muestra pequeño y la posible variación en las etapas de infección en los sujetos masculinos en comparación con la mujer. Se está llevando a cabo un estudio a gran escala que emplea análisis genéticos adicionales.

Fuente: infosalus.com