Corea del Sur eleva chips cuánticos y de IA a ‘tecnología estratégica’
En un movimiento audaz, Corea del Sur designa tecnologías de chips cuánticos y de IA como estratégicas para la nación. Descubre cómo esto redefine la guerra tecnológica global
Seúl ha designado oficialmente la generación de números aleatorios cuánticos y el diseño de chips de IA para vehículos autónomos como «tecnologías estratégicas nacionales», una medida para asegurar su independencia y competitividad en la creciente guerra tecnológica global.
Corea del Sur ha dado un paso decisivo en la carrera tecnológica global, elevando oficialmente dos tecnologías de vanguardia al estatus de «estratégicas nacionales». La medida, anunciada por el Ministerio de Ciencia y TIC, busca blindar la soberanía tecnológica del país y asegurar una posición de liderazgo en áreas que definirán la economía y la seguridad del futuro.
Las tecnologías designadas son altamente especializadas y reflejan una estrategia nacional muy calculada:
- Generación de números aleatorios cuánticos (QRNG): Desarrollada por la empresa local EYL, esta tecnología utiliza los principios de la física cuántica para crear secuencias de números verdaderamente aleatorios, un componente esencial para la criptografía de alta seguridad. Su designación busca fortalecer las comunicaciones seguras del país frente a futuras amenazas cibernéticas.
- Diseño de semiconductores de IA de bajo consumo para vehículos autónomos: Creada por la startup Boss Semiconductor, esta tecnología se centra en chips que pueden procesar enormes cantidades de datos en tiempo real (necesarios para la conducción autónoma de nivel 4 y 5) con una eficiencia energética máxima, un factor clave para la autonomía de los vehículos eléctricos.
El «porqué» estratégico: independencia en un mundo hostil
La decisión de Seúl no ocurre en el vacío. Es una respuesta directa a las «crecientes tensiones geopolíticas en torno a las cadenas de suministro de tecnología». La guerra comercial y tecnológica entre Estados Unidos y China ha demostrado la vulnerabilidad de las naciones que dependen de otros para componentes críticos.
El objetivo de Corea del Sur es claro: «fortalecer la independencia del ecosistema de IA nacional». Esto se evidenció también en la decisión del gigante de las telecomunicaciones SK Telecom de probar chips de IA de la startup local Rebellions en sus servidores, con el objetivo explícito de reducir la dependencia de proveedores extranjeros como Nvidia y fomentar la «autosuficiencia» del ecosistema local.
Al designar estas tecnologías como estratégicas, el gobierno surcoreano desbloquea un arsenal de apoyo para las empresas involucradas, que incluye financiación preferencial, exenciones del servicio militar para personal clave y acceso prioritario a contratos gubernamentales.
La estrategia del «super gap»: liderar en nichos clave
Corea del Sur no está intentando competir frontalmente con los gigantes establecidos en todos los campos. En lugar de eso, está adoptando una estrategia de «super gap»: identificar y dominar nichos tecnológicos tan avanzados y especializados que pueda crear una dependencia de otros países en su tecnología.
«Fortalecer la independencia del ecosistema de IA nacional es un factor importante que puede determinar la competitividad del país.» – Lee Sang-min, Jefe de la Oficina de Promoción de Negocios de Crecimiento de SKT.
En lugar de fabricar una GPU que compita directamente con la de Nvidia, se enfoca en un chip de bajísimo consumo para una aplicación muy específica (vehículos autónomos) o en un componente de seguridad cuántica que podría volverse indispensable para todos. Es una forma de poder blando tecnológico: no se trata de ser el más grande, sino el más indispensable en áreas críticas.
Esta política crea un ecosistema protegido para las startups locales como EYL, Boss Semiconductor y Rebellions, permitiéndoles innovar y crecer con el respaldo total del estado. Es un modelo de «capitalismo de estado» aplicado a la tecnología de punta, diseñado para navegar y prosperar en medio de la tormenta de la rivalidad entre Estados Unidos y China. Con este movimiento, Corea del Sur no solo busca competir, sino reescribir las reglas del juego tecnológico a su favor.
Fuente: laverdadnoticias.com