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El combustible clave del futuro se llama eficiencia energética

En 2016, el mundo recibió una gran noticia: 195 países decidieron añadir su firma al Acuerdo de París (Francia). Con esta rúbrica, las naciones firmantes se comprometieron reducir activamente sus gases de efecto invernadero, con el objetivo principal de mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 °C frente a niveles preindustriales.

Pero dado que el consumo de energía a nivel mundial no hace más que aumentar, para cumplir esta meta no solo será necesario disminuir el consumo de combustibles fósiles sino también aumentar la eficiencia energética. «Eficiencia y diversificación energética son las tendencias globales. Pero para cumplirlas, será necesario un cambio de paradigma en el modelo tradicional de abastecimiento y distribución de energía eléctrica», apunta el presidente de Schneider Electric México y Centroamérica, Enrique González Haas. En su opinión, este cambio de paradigma requiere «priorizar, apoyar y orientar las inversiones que permitan el fortalecimiento de un sector que se había mantenido limitado por la falta de inversión e innovación».

La eficiencia energética es el conjunto de acciones que tienen como objetivo disminuir el gasto de energía. Gracias a ella, se optimiza la relación entre la energía consumida y el precio de los productos y servicios que se alimentan de ella. Y las claves para conseguirlo están en los mejores hábitos de consumo y en las inversiones e innovaciones tecnológicas.

¿Es posible alcanzar la sostenibilidad sin renunciar a la rentabilidad? La respuesta de González Haas es tajante: «Por supuesto, la eficiencia basada en una estrategia de diversificación energética para no depender únicamente de energía convencional aumenta la disponibilidad operativa. También ayuda en el consumo inteligente y eficiente, lo cual disminuye los costos de operación y finalmente garantiza el adecuado consumo de recursos y evita incumplimientos con las estrictas normas ambientales que demanda nuestro planeta».

The Energy Efficiency Market Report, de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), subraya la importancia de la eficiencia energética como recurso energético y su papel clave en el mercado global de la energía, que permite alzar la eficiencia energética a la categoría del «primer combustible», ya que es el recurso energético que se debe usar antes que cualquier otro para cumplir los compromisos de sostenibilidad y reducir el consumo global.

En México, se aprobó a finales de 2015 la ley de Transición Energética, que fija el objetivo de que el 50 % de la generación eléctrica proceda de energías limpias para 2050. En el ámbito de la eficiencia energética, la norma establece unos objetivos de reducción del consumo final del 1,9 % para entre 2016 y 2030; y del 3,7 % entre 2031 y 2050. Con una demanda de energía creciente a nivel industrial y urbano, las medidas de eficiencia energética son la única alternativa para mantener el progreso al tiempo que se cumplen los compromisos de sostenibilidad.

Medir para invertir

Uno de los retos principales de todas las medidas de eficiencia consiste en medir el rendimiento de las inversiones de eficiencia y evaluar sus retornos. Esto supone calcular la diferencia entre lo que se ha consumido respecto a lo que se habría consumido si no se hubiesen llevado a cabo medidas. Para ello, un artículo en MIT Technology Review en españolpresenta el programa CalTRACK, una iniciativa del Estado de California (EE. UU.) para crear un mercado de eficiencia energética transparente que permita monitorizar los ahorros reales y poder ajustar las proyecciones en función del rendimiento real. Un avance como este permitiría financiar la eficiencia energética como si se tratara de cualquier otro recurso energético.

En el caso de CalTRACK, «La eficiencia energética está integrada en el modelo», explica el consultor financiero de energía del Fondo para la Defensa del Medio Ambiente Matt Golden. Y detalla: «Ya no tienes porqué debatir si representa la manera más económica de ahorrar energía y reducir las emisiones [de gases de efecto invernadero], el propio mercado lo resolverá». Este tipo de programas piloto son cruciales para potenciar la innovación en medidas de eficiencia energética, ya que el mercado funcionaría de tal manera que las medidas de eficiencia energética se financiarían según las proyecciones de caja, al igual que se haría con un nuevo proyecto de generación.

Una de las empresas que está avanzando para promover la eficiencia y sostenibilidad en la industria de México y de Centroamérica es Schneider Electric. La empresa ya ha ayudado a Unilever a reducir un 17 % el consumo energético en su planta de Tultitlán (México), un complejo de tres fábricas en donde la compañía produce helados, margarinas y mayonesas. Este aumento de la eficiencia energética se logró mediante la implementación de una solución integral que consolidaba la gama de servicios en un solo paquete, lo que solucionaba la complejidad de tratar con varios proveedores para cubrir el servicio por un lado y los productos por el otro. La implementación integral de Schneider Electric se centró en garantizar la continuidad del servicio y atacar los puntos vulnerables de la instalación eléctrica, lo que dio como resultado una gestión más eficiente y segura de la energía.

En su compromiso por triplicar la eficiencia energética en los próximos 40 años el director de Desarrollo de Negocio de Schneider Electric México, Horacio Soriano, propone alguna de las soluciones en las que está trabajando la empresa en la región: «Los equipos conectados permiten enviar información de cómo se consume la energía en el punto final de uso. Los sistemas de control local para hacer más eficiente el manejo de energía de los diferentes equipos que están en sitio facilitan mucho la labor de los gerentes de planta para la toma de decisiones de sus procesos y de cómo están usando la energía, y todo esto lo estamos acompañando de aplicaciones y programas que facilitan a la alta dirección tomar decisiones de negocio en función de sus consumos de energía de tal forma que la empresa logre sus objetivos».

Como consecuencia de esta búsqueda por la eficiencia y la sostenibilidad, el mundo está enfrentando una transición en que la generación descentralizada de energía, las fuentes de combustible sin carbón y el aprovechamiento de los datos para una mejor toma de decisiones serán clave en el nuevo panorama energético mundial.

Fuente: technologyreview.es