Cinco historias de mexicanas que triunfan en la NASA
Profesionistas, inmigrantes, madres. Estas mujeres son ejemplo de resiliencia
La semana pasada dos mujeres astronautas, de origen estadounidense, Cristina Koch y Jessica Meir, encabezaron una misión en el espacio para reparar una falla en un equipo de la Estación Espacial Internacional, fueron las primera mujeres en realizarlo. Las científicas mexicanas no son ajenas a la carrera por conquistar las estrellas.
Algunos científicos mexicanos han sido reconocidos por su colaboración en investigaciones en la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos de Norteamérica (NASA, por sus siglas en inglés), como el Dr. Rodolfo Neri Vela, el primer astronauta mexicano en ir al espacio (Misión 61-B del Transbordador Espacial Atlantis en 1985); o el más reciente, el Dr. José Hernández Moreno, hijo de inmigrantes mexicanos que también participó como astronauta en la misión STS-128 en 2009.
A ellos se suman otras científicas que realizan investigaciones en diversas áreas de la NASA, como la creación de dispositivos tecnológicos, programación cuántica, astrobiología e ingeniería de propulsión y lanzamiento.
Dorothy Ruiz Martínez de Matehuala, San Luis Potosí
De raíces zapotecas istmeñas por el lado materno y por el lado paterno originarios de Nuevo Léon. Creció en Matehuala, San Luis Potosí bajo la crianza de sus abuelos Ernesto y Dorotea, originarios del municipio de Doctor Arroyo, Nuevo León. Se graduó de la Secundaria Francisco Zarco y se mudó a Estados Unidos cuando tenía 16 años.
Trabajaba mientras cursaba la carrera haciendo traducciones de material educativo para niños para pagar su carrera.
Es ingeniera aeroespacial graduada de Texas A&M, se desempeña como operadora de vuelo para la Estación Espacial Internacional de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
“De niña me gustaba ver las estrellas desde la azotea de la casa de mis abuelos. Tenía mucha curiosidad por el espacio y sentía algo especial; sin embargo, no sabía que esto era necesariamente algo que quería hacer el resto de mi vida”, dijo a Conacyt la ingeniera que tiene la responsabilidad de monitorear la Estación Espacial Internacional, una nave espacial del tamaño de un estadio de futbol que le da vuelta a la tierra 16 veces al día.
“La Estación Internacional no descansa y, por lo tanto, nosotros en la base de control tampoco, siempre tenemos que resguardar el vehículo, a la tripulación y cerciorarnos de que nuestra misión sea exitosa”.
Ali Guarneros Luna, de la Ciudad de México
Esta ingeniera aeroespacial es una de las pocas científicas hispanas que laboran permanentemente en el Centro de Investigación Ames de la NASA, en Mountain View, California.
Es un ejemplo de perseverancia y resiliencia. Madre soltera de cuatro hijos, dos con discapacidad, e inmigrante, se sobrepuso a todos los obstáculos personales que la vida le puso antes de convertirse en una de las investigadores más renombradas del país.
A pesar de que supo que quería ser ingeniera espacial desde niña, fue cerca de los 30 años que comenzó a estudiar su carrera en la Universidad de San José, que se especializa en comunicación satélital.
“Nunca pensé que llegaría allí. No sólo como latina, sino por mi historia, con cuatro hijos, siendo mayor que cualquiera de los estudiantes”, dijo.
Carmen Victoria Felix Chaidez, Culiacán, Sinaloa
Observar las estrellas despertó el interés de Carmen cuando era una niña. Con sólo cinco años de edad salía todas las noches con su padre a ver las estrellas.
Cuando tenía 12 años, en la primera oportunidad que tuvo de acceder a internet, buscó el único sitio que sabía podía darle respuesta a las dudas que tenía sobre el espacio; era el sitio web de la NASA.
Buscando opciones de especialización, encontró la International Space University. “Metí mis papeles y me dieron una beca. Me fui a estudiar mi maestría a Francia. Como parte de la maestría, nos dieron la oportunidad de buscar un internship, y tuve la oportunidad de irme a trabajar a la NASA Ames, en el Departamento de Pequeños Satélites”.
Su trabajo se enfocó en el uso del smartphone para la construcción de pequeños satélites y así reducir costos a futuro, el proyecto llevó el nombre de PhoneSat, que Carmen desarrollo con Google y NASA.
Ingeniera en Electrónica y Comunicaciones, Carmen se convirtió en la primera mexicana que participa en las misiones análogas de Marte, que buscan recrear las condiciones que encontrarán los astronautas en la añorada conquista espacial.
Ha participado en eventos científicos como parte del departamento de Space Business and Management, de la International Space University. Ha colaborado con proyectos del Centro Espacial Kennedy de la NASA y el Instituto Tecnológico de Florida (FIT).
“Nunca dejen que nadie les apague sus sueños… yo siempre he dicho que si Dios te dio la posibilidad de soñar, también te dio la posibilidad de convertir tus sueños en realidad”, ha señalado.
Carmen le da orgullo a su familia y a México pero sabe que es fruto de su esfuerzo: “He sido muy luchona, he persistido en el camino, no es nada fácil porque requiere tiempo, requiere dedicación, requiere mucho esfuerzo y no todo sale a la primera”.
María Regina Apodaca, de la Ciudad de México
Todo comenzó al ver Star Trek. Con esa cinta (Viaje a las Estrellas) de ciencia ficción, María Regina Apodaca Moreno concretó su vocación. Quería ser como Scotty, el ingeniero de la nave Enterprise, pero le dijeron que era película, ficción, y que en México no teníamos ese nivel.
Pero la estudiante de la licenciatura en Física de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM transformó su frustración inicial en perseverancia, y ya comienza a hacer su sueño realidad: convertirse en ingeniera aeroespacial.
La talentosa mexicana está detrás del proyecto de la NASA que hará volar un helicóptero en la atmósfera marciana.
“Fabriqué el modelo del helicóptero como un proyecto de divulgación para niños que explicara lo que estamos haciendo. Hice una versión juguete respetando las características más importantes del equipo”.
“La experiencia me ayudó a desarrollar mi trabajo, que será sobre un helicóptero que la NASA volará sobre Marte en la misión planeada para 2020”, dijo tras su exitosa participación en el proyecto durante cuatro meses.
Brenda Natalia Pérez Pérez, Chihuahua
Licenciada en Ingeniería Mecánica e Ingeniería Aeroespacial, también realiza una estancia en el centro Ames en el programa enfocado en investigaciones de aeromecánica denominado “Rotocraft Aeromechanics”.
La joven cursó dos carreras simultáneas, graduándose en Ingeniería Aeroespacial en diciembre 2016 de la New Mexico State University, y un semestre más tarde, en mayo 2017, terminó sus estudios de Ingeniería Mecánica.
Natalia tuvo grandes sueños desde niña. Sabía que para cumplirlos tenía que prepararse bien, y sobresalir en lo que la apasionaba, por lo que, sus estudios son ejemplo de eso, además de estudiar inglés y francés, y estar lista para la gran oportunidad de realizar la estancia en la NASA.
“No pierdan esperanzas si no consiguen hacerlo a la primera, firmemente creo que el que persevera en lo que quiere, va a lograr su éxito. No son necesariamente los más inteligentes o los más talentosos, sino los que tienen pasión y perseverancia por metas a largo plazo, que se aferran a su futuro día con día y trabajan duro, quienes logran hacer sus sueños realidad”, recomendó.
Javiera Cervini Silva
La Doctora Javiera Cervini Silva, Licenciada en Química por la UNAM (1995), Maestra en Ingeniería Ambiental por la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (1997) y Doctora en Química Ambiental por la misma institución (1999), fungió como investigadora en el Center for Integrative Planetary Science y Subdirectora del Instituto de Astrobiología de la NASA (Programa BioMARS) en la Universidad de California en Berkeley (2003-2005).
El equipo de trabajo del cual la Dra. Cervini formó parte, estudia la posibilidad de vida en Marte, abordando temas como la evolución de la hidrosfera o la superficie de la topografía marciana y su relación con la historia de la distribución de agua y procesos atmosféricos en Marte. Actualmente es Profesora-Investigadora del Departamento de Procesos y Tecnología de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Cuajimalpa.
Margaret Zoila Domínguez Rodríguez, Puebla
Realiza investigaciones de uno de los centros espaciales más importantes de la NASA, para culminar sus estudios de doctorado. Nació en el estado de Puebla y estudió la Licenciatura en Física en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), en 2013 inició sus estudios de posgrado en la Universidad de Arizona, en Estados Unidos de América.
Domínguez Rodríguez colabora en proyectos de calibración y mantenimiento de telescopios espaciales como el James Webb Space Telescope y desarrolla el proyecto sobre el Wide Field Infrared Survey Telescope (WFIRST), sobre el prototipo de un sistema óptico con tres lentes que tiene la función de espectrógrafo que permitirá genera diferentes imágenes, y así descifrar su componente químico. Éste se espera sea lanzado en 2022.
La científica mexicana continuará trabajando en investigaciones de física en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Maryland.
Asimismo, recordó que ella llegó a la NASA por una oportunidad que se le dio en el 2008 cuando era estudiante de la Universidad de las Américas Puebla, momento en el que conoció a un científico que laboraba en ese organismo internacional, quien participó como potente del Congreso Internacional de Física organizado por los alumnos de la UDLAP.
“En mi trabajo utilizo diferentes instrumentos que me permiten estudiar y medir el comportamiento de la luz; parte de lo que estoy haciendo impactará en uno de los telescopios que nos ayudará a entender los orígenes del universo”, explicó.
“En otras partes como en Estados Unidos, Europa o Asia, el recurso económico material que se destina para las ciencias es mucho más significativo, lo que permite que los individuos puedan hacer más cosas. Sin embargo, estoy sorprendida de que México es un país reconocido por avances en óptica gracias a la habilidad que tienen instituciones como el INAOE, la UNAM o incluso universidades, para llevar a cabo investigación en óptica que impacta a nivel internacional”, dijo.
Margaret Domínguez envió un mensaje a los estudiantes mexicanos y los exhortó a buscar las oportunidades que se ofrecen en México para realizar estudios en otros países. “Si les gusta la ciencia, las matemáticas, la física, no se den por vencidos, existen muchos recursos y apoyos para que salgan del país a realizar lo que les gusta. Me desilusiona mucho saber cuántas becas CONACYT se desperdician, no se utilizan y están ahí para la gente que las quiera”, afirmó la egresada de la UDLAP y única mujer poblana que trabaja en la NASA.
Ellen Ochoa, de California con ascendencia mexicana
La Doctora Ellen Ochoa es considerada como la primera mujer astronauta de raíces mexicanas en viajar al espacio, fue seleccionada por la NASA para abordar una misión en 1991, a partir de la cual ha tenido la experiencia de participar en otros viajes al espacio a bordo del Discovery y el Atlantis.
La Dra. Ochoa nació en Los Angeles, California, sus abuelos eran de origen mexicano, provenientes de Sonora. Estudió física en San Diego State University y obtuvo la maestría y doctorado en Ingeniería Eléctrica de Stanford en California. Ha recibido varios Honores de la NASA incluyendo La Medalla de Servicio Excepcional (1997), La Medalla de Excelente Liderazgo (1995), Medallas de Vuelos Espaciales (1993-1994-1999) y dos Premios Espaciales Técnicos (1992).
Fue pionera en la tecnología de la nave espacial, que patentó un sistema óptico para detectar defectos en un patrón repetitivo. Además, en el Centro de Investigación AMES de la NASA, Ochoa dirigió a un grupo de investigadores que trabajaban en los sistemas ópticos para la exploración espacial automatizada. Es maestra en ingeniera óptica y desde enero de 2013 es la primera directora de origen hispano del Centro Espacial Lyndon B. Johnson de la NASA.
Fuente: infobae.com