Científicos logran mejorar la técnica para la edición genética
A través de la creación de una nueva enzima, los investigadores lograron realizar dos cortes en la secuencia de ADN para evitar que los mecanismos reparadores del sistema puedan revertir las modificaciones.
Una enzima diseñada por expertos de la Universidad de Western Ontario, en Canadá, permitirá que una novedosa tecnología de edición genética sea más eficiente, según un estudio publicado esta semana en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Como si se tratara de ensamblar bloques del juego Lego, los científicos han experimentado con lo que se conoce como tecnología CRISPR (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats, que significa Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Espaciadas), para provocar cortes en la secuencia del ADN.
A través de la tecnología CRISPR, los investigadores pueden apuntar a lugares específicos del genoma, editarlos e incluso eliminar los genes que no funcionan bien y provocan enfermedades. David Edgell, profesor de la Facultad de Medicina y Odontología de Western Ontario e investigador que lideró el estudio, explica que la nueva enzima introducida por este equipo permite realizar dos cortes en la secuencia.
«Con CRISPR, es como si tomaras una cuerda e hicieras un corte. Nosotros pensamos en qué pasaría si tomaras la misma cuerda e hicieras dos cortes separados», explicó Edgell. Para los científicos esto representa una mejora, porque cuando se realiza sólo una incisión, los mecanismos reparadores del ADN pueden volver a juntar ambas partes. Es por esto, que los investigadores demostraron que la creación de una nueva enzima -bautizada TevCas9- permite realizar dos cortes: «Básicamente, removemos ese sitio para que no pueda ser regenerado», agrega Edgell.
El experto considera que esta novedad, que impide que la regeneración se produzca, «hará más eficiente al CRISPR» y que, con el tiempo, «puede hacerlo más preciso. La mayoría de la gente usa este sistema para investigaciones médicas, así que pensamos que esto ayudará a que sea más rápido». Al considerar este trabajo una especie de «Lego molecular», Edgell reconoce que «como todo Lego, nunca es perfecto».
Por ese motivo, el equipo de Western busca mejorar esta técnica y demostrar que es capaz de funcionar en distintos sitios. Actualmente, la manipulación de la información genética a través de este sistema permite, por ejemplo, reforzar la protección de algunas bacterias utilizadas en la producción de yogur que suelen ser atacadas por un virus.
Fuente: EFE