Médicos e investigadores de distintos países y disciplinas defienden la eficacia y seguridad de las dosis. Elaboraron un duro documento para exponer lo que sucede y frenar la desinformación
Con el título: “Las Fake News amenazan el fin de la pandemia Covid”, científicos de Argentina, Inglaterra, Estados Unidos y España emitieron un comunicado en el que alertan sobre grupos minoritarios que “se oponen a la administración de las vacunas de forma irracional y que, valiéndose de cuestionables argumentos científicos, distorsionan la verdad con argumentos apócrifos”.
Las noticias falsas, o fake news, que ponen en duda o directamente niegan los descubrimientos y desarrollos de la ciencia, no son nuevas, pero durante la pandemia de Covid incrementaron notablemente su circulación con un objetivo principal: atacar a las vacunas contra el virus que produjo una de las epidemias más letales de la historia, que tuvo al mundo en vilo, y que no terminó.
Los autores de esta nota son los doctores Marta C. Cohen, Eduardo L. López, Diana Salmun, Laura Bover, Adriana Bukstein, Graciela Remondino, Mario Leventer, Mario Saucedo, Mónica Vázquez Larson, Sandra Schnorr, Rodrigo Quiroga, Víctor Romanowski y el rosarino Marcelo Leguizamón. A su vez, ellos integran una comunidad de más de 150 profesionales de todo el mundo que están en contacto permanente desde la crisis del Covid y que trabajan en distintos sentidos, especialmente, difundiendo información confiable sobre el coronavirus, sus efectos, y dando a conocer los hallazgos que permiten ir controlando los contagios, como es el caso de las vacunas.
En diálogo con La Capital, Leguizamón, infectólogo, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología y de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas, comentó que la idea de elaborar este documento surgió como una necesidad “al observar que lejos de disminuir, hay una alta circulación de noticias fraudulentas y erróneas, que forman parte de una campaña de desprestigio hacia la ciencia, algo muy peligroso”.
“Con colegas de distintos países estamos en comunicación desde el comienzo de la pandemia de Covid. Y siempre nos preocuparon las teorías conspirativas de grupos antivacunas. Incluso, en algunos de estos grupos hay médicos o profesionales de la salud, que pueden generar un daño enorme, no solamente con el tema de la pandemia, porque el hecho de poner en duda o negar avances científicos tiene efectos en muchos aspectos de la salud, y no esto no se puede dejar pasar”, enfatizó el especialista.
El texto
En la nota elaborada por los profesionales que defienden con argumentos comprobados científicamente el valor de las vacunas en general, se hace hincapié en que la vacunación “es reconocida como la principal acción de salud pública realizada por el ser humano que ha conseguido disminuir de una forma drástica las enfermedades infecciosas transmisibles. Sólo la potabilización del agua corriente, que se considera un derecho básico de salud, supera a las inmunizaciones en la mejoría de la calidad de vida de la población humana”.
Durante más de dos siglos – señala el documento- las vacunas “han reducido de manera segura el flagelo de enfermedades infecciosas graves como la poliomielitis, el sarampión y la viruela, y han ayudado a la humanidad a evitar las secuelas de por vida de estas, como en el caso de la poliomielitis causante de parálisis infantil”.
En 1988 la humanidad padecía más de 350.000 casos estimados de poliomielitis. Actualmente, es una enfermedad en vías de erradicación, con solo 6 casos reportados en el 2021. La viruela, sólo en el siglo XX, provocó unos 500 millones de muertes y se considera actualmente la única enfermedad humana erradicada gracias a la vacunación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que la vacunación contra el sarampión ha evitado más de 2 millones de muertes por año.
“Es importante mencionar que en los últimos años la investigación en salud ha permitido lograr vacunas contra virus que pueden inducir diferentes tipos de cánceres, como la vacuna de Hepatitis B (protege contra la infección con dicho virus en un 98-100%, previniendo complicaciones y desarrollo de cáncer de hígado) y la del virus de Papiloma Humano (HPV) que previene infección con dicho patógeno y desarrollo subsecuente de tumores de cuello uterino, vulva, vagina, pene, ano y cáncer orofaríngeo”, destacan.
“A pesar de todos estos avances y logros, existen grupos minoritarios que se oponen a la administración de las vacunas de forma irracional y que, valiéndose de cuestionables argumentos científicos, distorsionan la verdad con argumentos apócrifos”.
Irracional y riesgoso
“Es muy importante que la gente se informe por medios serios, con profesionales idóneos y que conozca la verdad que hay detrás de estos movimientos anticientíficos”, comentó Leguizamón.
En ese sentido -en el texto que están haciendo conocer a través de los medios de comunicación y que piensan exponer, además, en publicaciones destinadas a profesionales y colegios médicos de todo el mundo- se hace referencia a los grupos antivacunas que tuvieron como paradigma al doctor Andrew Wakefield, “quien en un estudio de la revista Lancet asoció la vacuna del sarampión con el autismo. Luego de investigaciones exhaustivas se demostró que esa conclusión era sesgada y se le retiró la licencia médica por falsificar resultados. Andrew Wakefield es hoy un conocido antivacunas que desestima la pandemia”.
Aún cuando se el Covid provocó más de 667 millones de casos y superó las 6.7 millones de muertes hay quienes siguen negando los efectos del virus y hasta niegan su existencia. Lo mismo hacen con las vacunas que con un “enorme esfuerzo de la comunidad científica” permiten disminuir la propagación de la enfermedad y la mortalidad causada por la misma.
“Este enorme avance fue atacado de manera irracional y poco seria. Ante esto declaramos nuestra preocupación por la ininterrumpida circulación de noticias falsas no fundamentadas que promueven la desinformación científica en medios de comunicación y redes sociales con referencia al virus Sars cov 2”, destacan en el escrito.
Recomendaciones
Los profesionales que emitieron el texto en defensa de la ciencia, señalan:
- Debemos estar atentos a la fuente desde donde surge la noticia y visitar siempre sitios web confiables, como por ejemplo las páginas web de la OMS, de la EMA (Agencia Europea de Medicamentos), el CDC (Centro para el Control y Prevención de enfermedades de EEUU), FDA (la Administración de alimentos y drogas de los EEUU), Public Health England y/o Unicef.
- Los gobiernos desempeñan un papel clave, ya que deben proporcionar información oficial detallada, clara y transparente que resulte accesible, confiable y abundante, reduciendo así la desinformación.
- Otra estrategia clave podría ser bloquear el acceso a las noticias falsas que podrían aparecer al acceder a las plataformas de redes sociales. Facebook tiene un programa en curso cuyo objetivo es abordar esto, y queda por determinar si es exitoso.
Fuente: lacapital.com.ar